Lo comenta Miguel Ángel Yáñez… Espectacular y clamorosa tarde de Ferrera
Cuando se presentaron los carteles de la Feria de Otoño en principio fueron bien acogidos por los aficionados, aunque algunos no veían con optimismo dos de ellos, el mano a mano entre Perera y Ureña y los seis toros para Ferrera como único matador. Y mira tú por donde, estas dos tardes se han convertido en dos grandes momentos taurinos. En el mano a mano, Perera demostró que es un gran torero y justificó su puerta grande que el palco le ayudó a abrirla en San Isidro y Ureña confirmó el gran torero que es.
Pero Ferrera y su encerrona en Las Ventas, la que algunos no la veían, pues ha resultado ser una tarde para los anales de la historia taurina de Madrid y del propio diestro, quien ha dado un auténtico recital de ser un torero que se sabe perfectamente la lección y que le pongan lo que le pongan por delante, sabe a la perfección qué es lo que hay que hacer y como se debe hacer. Sabe improvisar y darle a cada toro aquello que necesita para poderle, embarcarle en los engaños e impregnar todo de auténtica y verdadera torería. Una tarde llena de esa torería en todos y cada uno de los maravillosos detalles de los que se ha compuesto toda la corrida, la que ha durado casi dos horas y media, las que no se han hecho nada, nada pesadas por todo lo que hemos visto sobre el ruedo de Las Ventas.
Ya que, si Antonio Ferrera ha estado magistral, también se ha sabido rodear de buenos subalternos que han rayado a gran altura, como así lo ha hecho el matador; quien ha estado inspirado, valeroso, poderoso y variadísimo tanto con el capote como con la muleta. Además, como hemos visto, siempre pendiente de todo aquello que pasaba en el ruedo y con sus subalternos. Así en el segundo toro y cuando iban a banderillear les pide que esperen un momento para que el picador Manuel Cid que había protagonizado un gran tercio de varas, recibiese como merecía la gran ovación que le tributaban los aficionados durante su camino a caballo en su retirada hacia el patio de cuadrillas. Asimismo, ha habido momentos en los que han estado cumbre los peones bien con la brega o con las banderillas, casos de José Antonio Carretero, Ángel Otero, José Chacón, Javier Valdeoro y el siempre efectivo y artista con los palos como es Fernando Sánchez quien protagonizó con el tercer toro de la tarde, el de Adolfo Martín el que puede ser el par de la temporada, de poder a poder y jugándose el físico entre los pitones del morlaco; y a todos se lo ha sabido reconocer, como el público que nos dábamos cita esta tarde en Las Ventas.
Hemos visto a un Ferrera cuajado, seguro e infundido en un gran halo de torería del que será muy difícil olvidarlo por parte de todos los que hemos visto en la plaza o por la televisión. Antonio Ferrera ese gran torero como así se reveló en San Isidro y en esta Feria de Otoño ha confirmado y se ha instalado en el olimpo de los auténticos figurones del torero. Habrá quien pueda llegar a decir que solo ha cortado dos orejas de las doce posibles, si con los engaños ha estado sembrado, no así con la espada; pero han sido dos orejas ganadas a ley y recompensa a la grandísima tarde de toros, arte y tauromaquia que nos ha regalado el gran Antonio Ferrera. Tardes así son las que hacen afición de la buena y no se olvidan nunca.
¡Gracias TORERO!
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