En Nîmes… Ponce corta un trofeo y puntuó Ureña

15 septiembre 2019 Philippe Gil Mir

Nîmes (Francia). Anfiteatro romano. Domingo 15 de septiembre. Matinal. Cuarta de la Feria de la Vendimia. Se lidiaron toros de Victoriano del Rio (3° bis). Bien presentados sin ser atacados de kilos y bajos y sosos con poca raza, aunque algunos con cierta nobleza. Menos de tres cuartos de plaza.

Enrique Ponce: Silencio y oreja tras aviso.

Paco Ureña, quien reapareció tras su grave percance de Palencia: Vuelta al ruedo tras petición y ovación tras aviso.

Pablo Aguado: Silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Detalles:

Tras romper el paseíllo obligaron a Enrique Ponce saludar e invitó a sus compañeros de cartel que recogieron juntos la ovación del respetable.

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Enrique Ponce recibió por verónicas ajustas a su primero. Un tercio de varas sin penas ni gloria. Lo peor fue una vuelta de campana en banderillas, que seguro acabó con sus fuerzas. Brindó su trasteo al respetable, y Enrique Ponce lidió el flojo de Victoriano a media altura abusando del pico de la muleta. La faena fue extensa y de poca transmisión. Mató de una estocada en su sitio con descabello y fue silenciado.

Con el cuarto que salió al paso del toril andado despacito hasta saludar el presidente. En varas tuvo un comportamiento extraño, el de Victoriano se mostró bravito en la primera puya empujando con convicción la montura. En la segunda fue picado trasero y se quedó encelado. Con la tela roja, el diestro de chiva, mostró su técnica en un trasteo poderoso con el fin de mejorar las embestidas de su oponente que resultó brusco, violento y con poca humillación. Consiguió dejar tandas por ambas manos, que fueron muy buenas sobre el pitón derecho que llegaron a los tendidos. Mató de una estocada entera un pelín desprendida. El toro se resistió mucho en caer. Sonó un aviso y logró una oreja.

El segundo para la reaparición de Paco Ureña después de su grave cornada de Palencia lo recibió con un buen saludo capotero, remató con una media. El de Victoriano empujó la cabalgadura en el primer encontró del cual salió suelto y poco castigado en la segunda vara. En el ultimo tercio, el astado tuvo poca fuera y escasa clase. Ante un inicio de Ureña por derechazos sin mucho eco, llegó a darle más intensidad a su trasteo sobre el pitón izquierdo. Toro con mucha sinceridad. Lo bordó con naturales superiores que gustaron al conclave. Mató en el hoyo de las agujas, y tras petición, dió una vuelta al ruedo.

Con el quinto, fue picado por el que guardaba la puerta, en la segunda vara se estrelló en el peto. En el ultimo tercio, el de Victoriano se dejó, pero sin clase ninguna, aunque permitió a Ureña lograr tandas con merito, pero sin mucha intensidad debido a la falta de raza. Destacaron derechazo que calaron en el tendido con la que se puso a tocar la música pedida con instancia por el diestro de Lorca. Mató de una estocada un pelín desprendida, y recibió con instancia una ovación con saludos.

El tercero salió invalido y fue sustituido por un hermano de camada. No acabó de lucirse Pablo Aguado con el percal. Tomó las puyas en su sitio. Con la tela roja el astado tuvo movilidad, pero acabo desarrollando cierto peligro con sentido. Aguado nunca encontró la solución en un trasteo irregular por los múltiples enganchones. Dos pinchazos y una estocada hábil, finiquitó con cuatro descabellos. Fue silenciado tras un aviso.

Con el que cerró la matinal, pudo dejar dos verónicas con salero. En varas recibió un primer puyazo en la paletilla y una segunda apretada. Aguado inició su labor muletera de forma inspirada con torería, templando con empaque, pero la faena fue a menos, sobre todo con la mano zurda. No acabó de redondear su trasteo ya que el toro se apagó pronto y no permitió mayor vuelo. Poco afortunado con la tizona, mató de un pinchazo y una media estocada agarrada, tras un aviso, fue silenciado.

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