En Madrid… Rafael González corta una oreja al primero de Conde de Mayalde

20 mayo 2019 Diego Estévez

Las Ventas. 20 de mayo de 2019. Séptimo festejo de la Feria de San Isidro. Dos tercios de entrada. Novillos de Conde de Mayalde. De juego dispar, el mejor fue el primero, y el resto tuvieron movilidad a ratos.

Rafael González: Ovación y oreja.

Marcos: Silencio y silencio tras dos avisos.

Fernando Plaza: Silencio tras aviso y ovación.

Detalles:

Con el tercero, Miguel Martín y Fernando Sánchez se desmonteraron tras banderillear.

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Rafael Gonzalez abrió la plaza dando emoción y saliendo a demostrar su torería a la puerta de toriles. Continuó por chicuelinas, gaoneras y caleserinas de muy buen gusto.

Aunque de forma dócil, el toro respondió al capote. El brindis fue para el público asistente. Supo entender las distancias al toro y se fue a los medios para dibujar redondos sobre el albero.

Probó por ambos pitones, siendo el derecho el más toreable. Remató por bernardinas y una joselillina que se invitó, muy ajustadas para concluir con una media estocada tras pinchazo. Por esa entrega apasionada recogió la ovación.

El segundo de su lote fue un toro que salió suelto y distendido del asunto, pero Rafael Gonzalez entendió bien como era su condición y lo consiguió parar bien con el capote. Jarocho puso bien las banderillas, pero en el caballo anteriormente el toro no había dicho nada en especial.

En la faena el astado entró bien a la muleta, mientras que el novillero entendió de nuevo como debía darle espacio y tiempo, y consiguió ligar tandas muy serenas y templadas.

Al natural fue como le toreó de manera más sublime, y fue ahí cuando conectó con el respetable. La estocada fue buena, y cortó una oreja.

Salió Marcos por verónicas, recibiendo al segundo, hasta sacarlo a los medios. El novillo no fue sobrado de fuelle. Se fue con la muleta a los medios para hacer estatuarios por delante y por detrás.

La condición del astado fue yendo a peor, lo que provocó en el espectador las ganas de haber necesitado un poco más para cuajar la faena. La estocada fue tendida.

Tras una portagayola, el astado fijó en el capote, y más tarde en el caballo fue tal que se dejó pegar, pero sin demasiada casta. Miguel Martín y Fernando Sánchez se desmonteraron tras sus pares de banderillas, para dar lugar a una faena en la que astado no dijo nada, más bien, se quedó sin fuerza y con poca clase a la hora de arremeter al engaño.

Poco lucimiento hubo en este tramo de su actuación, aunque al final de ella se dieron dos tandas algo mejores. Recibió el silencio tras escuchar dos avisos.

El tercero, para Fernando Plaza fue un toro que pegó al caballo, pero luego salía huidizo al notar la puya. La lidia del animal dijo poca cosa. Más tarde, la faena por parte del joven fue un intento de sacar de donde no había.

Ya que el toro no tenía apenas ritmo y no repetía. Tuvo muy poco recorrido. A pesar de ello, intentó templar su violenta embestida pero unido a la escasa fuerza y empuje del animal, la faena cayó en el olvido. Silencio para él.

No sería lo mismo en su segundo novillo, en cual en el caballo arreó un poco más. En la faena, fue un deleite ver cómo trazaba los pases con la mano izquierda, y con mucho temple, al igual que lo que había intentado con el primero de su lote, lo toreó.

Aún así, no consiguió conectar del todo con el tendido, pero las buenas formas y calidad de su torería quedó ahí. La estocada fue entera, y la ovación por parte del respetable se hizo patente.

En suma, hoy hemos vivido en Las Ventas una novillada más del ciclo Isidril, se han visto buenos detalles y actitud novillera por parte de los jóvenes, que han venido a buscar su hueco dejando claro lo que quieren.

Su actitud ha sido la adecuada en una plaza como lo es Madrid, y Rafael González ha cortado una merecida oreja a base de verdad. ¡Viva la Fiesta!

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