En Valencia… Podemos seguir confiando en la juventud, a raíz de lo visto hoy

13 marzo 2019 Redacción

Valencia. Miércoles 13 de marzo de 2019. Quinta de la Feria de Fallas. Se lidiaron seis toros de Alcurrucén, de diversa presentación y juego, que no han sido de lo mejor que tiene esta ganadería de encaste Núñez, que en mi opinión es de los mejorcito que se puede ver en una plaza de toros. Un tercio de entrada.

Álvaro Lorenzo: Saludos en su lote.

Luis David: Vuelta y saludos tras aviso.

Pablo Aguado: Oreja y ovación.

Detalles:

Se guardó un minuto de silencio en memoria de Antonio de la Torre, mozo de espadas durante toda la carrera de Vicente Barrera.

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Aunque salió manseando el primero, Álvaro Lorenzo vino a Valencia a dar la cara y le planteó batalla, sacándoselo a los medios, dándole la respuesta necesaria al de los Lozano. A base de sobarlo, consiguió algunos naturales de importancia. Se enjaretó con el de sus apoderados, acabando diciendo ¡Aquí mando yo! Tira estoque al albero y torea por ambas manos, demostrando estar por encima del toro. Mató de estocada y fluyen algunos pañuelos, que el presidente no consideró suficientes para sacar el pañuelo. Ovación y saludos.

En el cuarto de la tarde, las ganas de ser, superan las posibilidades de triunfo, ante un toro parado, al que hubo que arrancarle los muletazos, que tomubo a regañadientes. Arrimón, y de nuevo por encima del toro. Estocada. Ovación y saludos de nuevo.

De salida, al primero de Luis David le recetó nueves verónicas y una media para sacarlo a los medios. El Alcurrucén se refucha en el caballo, demostrando más genio que bravura. Buen quite, previo al tercio de banderillas. Brindis al público. Recibió con pases cambiados desde el centro del anillo, dándole después sitio. Toreo de “voy y vengo”, que a muchos aficionados no les dice nada, y más bien acaban aburriéndose de tanto pase, pues cuenta hasta a cien, cuando con veinte serían suficientes. Mató recibiendo, y el público se animó, le aplaudió y sacó algún pañuelo, pero el presidente, con buen criterio, no sacó el suyo, percatándose que ha toreado más al público que al toro. Vuelta.

El quinto, algo silleto, tuvo una embestida noble, pero no tonta, lo que hace emplearse con la atención debida al mexicano. Se fue arriba el de Alcurrucén, pero Luis David le dio la respuesta adecuada, resultando una conjunción de entendimiento, que agradaron al respetable. Remato con bernadinas y un pinchazo hondo, que resulto suficiente, siendo avisado y teniendo que saludar.

Firmeza de Pablo Aguado en su primero, que muestra flojedad, aunque se mantiene en varas y se cambia el tercio. Quite de Álvaro por chicuelinas y una media, que tampoco calientan el ambiente. Aguado supo dar respuesta a la sosería del astado, haciéndole recorrer distancias del poco gusto del Alcurrucén. Al darle sitio, se fue arriba poco a poco, hasta conseguir entre ambos (toro y torero), arrancar algunas palmas. Toreo preciosista de Aguado, que gustó al público valenciano, que, tras estocada, sacó los pañuelos, consiguiendo la única oreja de la tarde.

Con 620 Kgs, que pudiera ser el mostrenco de las Fallas, salii el sexto de la tarde, al que Aguado le planteó cara, brindando al público, consiguiendo entusiasmar con ese toreo fresco que atesora. Al pinchar nos dejó con la miel en los labios, pues quisimos sacarlo por la puerta grande, pero no pudo ser.

Mañana la de Zalduendo, para Ferrera, El Fandi y López Simón, de la que les informaremos debidamente.

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