Desde la barrera de Antonio De Carlo… ¡Olé!, por las mujeres toreras
Nadie torea con el afán de morirse en el ruedo, pero aveces hay a quienes se les olvida que los toros, en eso de pegar cornadas, son muy democráticos…
Antonio De Carlo
Desde siempre las mujeres han estado presentes en la tauromaquía. Ya sea como musas, artistas de toda índole ó ganaderas, de hecho, de muchas maneras… y por supuesto como toreras.
Son innumerables las pruebas históricas que así lo demuestran. Desde simples anécdotas, crónicas y hasta grabados como los de Goya ó Gustave Doré entre otros.
Mucho se ha hablado de Nicolassa Escamilla La Pajuelera, de quien tenemos razón además de por crónicas y por haber sido inmortalizada su imagen en 1816, a través del famoso grabado de Goya “El valor varonil de la célebre Pajuelera en la plaza de Zaragoza”.
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Aunque en realidad, podemos irnos mucho mas atrás. En la historia de la tauromaquia, se tiene documentado que en el siglo XVII en el año de 1654, en un escrito al Consejo de Castilla se habla de una mujer torera que, hacía gala de su valor, buscando con ello ganarse un sitio dentro de tan competida y difícil profesión.
De hecho, en el Museo Arqueológico de España, existe un plato de Talavera de la Reina de fines del siglo XVII, donde aparecen en su decoración señoritas toreras, las cuales eran aprobadas por el reinado de José I Bonaparte.
Para finales del siglo XIX, las féminas éran muy célebres en la tauromaquia, en particular en los festejos que se denominaban “mojigangas”, que eran novilladas que se llevaban a cabo en carnavales. Se sabe que en 1845 la cuadrilla de Martina García, era reconocida en España.
Tal vez una de las cuadrillas mas populares a finales del siglo XIX e inicios del XX, fueron las famosas muchachas denominadas Las Noyas en catalán, de donde surgieron notables toreras como Dolores Pretil Lola, Angelita Pagés Angelita, así como notables banderilleras como Justa Simón, Encarnación Simón, Francisca Pagés, Julia Carrasco y Maria Munubeu. Se cuenta que eran tan famosas, que todas las empresas españolas las querian en sus ferias.
Pero no todo es color de rosa. Si para un torero nunca ha sido fácil abrirse camino en esta complicada carrera, imagínese usted amable lector, lo difícil que ha sido y es para una mujer.
Primero, romper con arquetipos establecidos desde los inicios y segundo, luchar contra marea, donde incluso las toreras han tenido que superar leyes prohibicionistas, las cuales no permitían el toreo de a pie a las mujeres.
De hecho, gracias a la apasionada lucha de la novillera Ángela Hernández, en el año de 1974, se logró derogar el artículo 49 de la famosa ley de 1908 en España, misma que no permitía que mujer alguna toreara a pie.
Tan sólo en el siglo pasado, nombres como el de Carmelita Fernández quien compartió cartel con el legendario Manolete, Conchita Cintrón La Diosa Rubia, Maria Aguirre La Charrita Mexicana, Juanita Cruz, Maria Cobián La Serranita, Concha Salata Maria La Torera, Juanita Aparicio, Patricia Mc Kormick, Bertha Trujillo, Rosario de Colombia y Raquel Martínez (la primera mujer doctorada de luces en México) y muchas más, han sido un digno ejemplo de pundonor torero, ya que con valor y vergüenza torera, han dado su todo en serio, para ganarse un sitio y lo han logrado. Y aún contra toda adversidad, al día de hoy toreras y noveles novilleras siguen persistiendo con dignidad.
En nuestra historia reciente, Cristina Sánchez, quien debutó como novillera el 13 de febrero de 1993 en Las Ventas, logró ser la primera mujer en la historia, en conquistar la puerta grande de Madrid.
Para posteriormente tomar la alternativa en la Arena de Nîmes, Francia, el 25 de mayo de 1996, recibiendo su doctorado nada más y nada menos que de manos del faraón Curro Romero, teniendo como testigo al maestro José Mari Manzanares.
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Mucho se sabe de los retos que una mujer debe superar en tan complicada profesión, pero nadie como Cristina Sánchez lo ha dicho más claro, “… me retiré, no por falta de afición, si no porque además de jugarme la vida, he tenido que lidiar con ciertos ´hombres´ toreros, que ponían como condición para torear, el que yo no estuviera en el cartel”.
Muchos son los nombres de mujeres toreras contemporáneas, que con valor se han jugado y se juegan la vida siguiendo tenaces en la legua, buscando así ganarse un sitio en el escalafón taurino. Solo por compartir algunas además de las ya mencionadas:
Maribel Atienzar, María Velázquez Lola de España, Marbella Romero, Hilda Tenorio, Mari Paz Vega (quien recibió su alternativa de manos de Cristina Sánchez), Marlene Cabrera, Conchi Rios, Milagros Sánchez, Lupita López, Raquel Sánchez, Marbella Romero, Karla de los Ángeles, Rocío Morelli, Karla Santoyo y Paola San Román entre muchas mas.
Es evidente que se requeriría de un amplísimo espacio para incluir a todas.
En éste mes de Marzo, que se celebra el Día Internacional de la Mujer, desde ésta barrera taurina de Toros en el Mundo, le rindo un sentido y respetable reconocimiento a todas las mujeres toreras, por su pasión, lucha férrea y por su inclaudicable entrega torera.
¡Olé por las mujeres toreras!
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