En Guadalajara… Héctor Gutiérrez pierde los trofeos por fallar con el acero
En bonita tarde soleada pero ante una pobre entrada se dio la novillada de triunfadores cerrando con ella la actividad taurina 2018 en la Plaza de Toros El Nuevo Progreso. Y para esta tarde se anunciaron novillos de la ganadería de Barralva que resultaron muy disparejos en presentación, algunos muy justos, destartalados, mansos, descastados, débiles, la mayoría con cornamentas disparejas y feas, en fin un encierro de desecho indigno de una plaza como Guadalajara, se salvó el lidiado en quinto lugar por tener un fondo de bravura y al cual el Juez le concedió el arrastre lento.
André Lagravere: Saludó en el tercio y silencio.
Héctor Gutiérrez: Saludó en el tercio y vuelta al ruedo.
Arturo de Alba: Pitos y vuelta al ruedo protestada.
Detalles:
No se entregó el trofeo Manuel Capetillo.
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A André Lagravere le correspondió en primer término un novillito muy justito de presentación trotón y débil con el que no pudo acomodarse de capa, ya el tercio de muleta le insistió y cuidando que no doblara las manitas logró sacarle algunas series de derechazos que le son jaleados, cambia a pitón izquierdo y con alfileres le toca y consigue pases naturales de buena calidad aunque la falta de trasmisión del novillito hace que no llegue con fuerza al tendido, cierra su faena con manoletinas entre los Olés, matando de casi entera trasera pasa saludar en el tercio y agradecer la ovación.
Con el cuarto de la tarde un novillote alto, manso que embiste a base de arreones no logra acomodarse con el capote, sin embargo en quites Héctor Gutiérrez pone la emoción al quitar por chicuelinas bien rematadas para que André le responda con un quite con los mismos procedimientos y llevarse ambos una fuerte ovación.
Ya con la pañosa André implementa una faena inteligente dejándole la muleta en la cara al novillo para evitar que saliera huyendo y aunque su faena la realiza por todo el ruedo persiguiendo al esquivo mansito logra series de buenos pases con ambas manos sacando los Olés de los tendidos, se pone pesado con el acero y se retira en silencio.
Héctor Gutiérrez ha hecho lo más torero de la tarde, lástima que sus fallas con los aceros le hicieron perder trofeos ganados con sus bien planteadas faenas.
Al segundo de la tarde lo recibe con lances a la verónica que le son jaleados mostrando sus buenas maneras con el capote, ya en el último tercio inicia con pases de tanteo enseñando el camino a un novillo trotón deslucido y manso que tan pronto le baja la mano y dobla las manos, por lo que se plantea una faena cuidando los tiempos y distancias para no abrumar al morito y así poder implementar una faena muy interesante por ambos lados, templando y llevando bien toreado al de Barralva.
A ratos se ve avanzar a Héctor y retroceder al novillo hasta encelarlo y llevarlo metido es su muleta entre los Olés, de tanto estar en los terrenos del morito de lleva un fuerte achuchón sin consecuencias, esto no amilana a Gutiérrez que sigue metido peleándole al novillo situación que el público le reconoce con aplausos, entra a matar fallando en el intento. Sin embargo el público lo saca al tercio entre una fuerte ovación.
Con el quinto de la tarde, el único novillo que saco la casta, lo recibe con una serie de verónicas entre el Olé y también con la capa realiza un buen quite por saltilleras para llevarse fuerte ovación.
El novillo tenía una bravura áspera y no era una perita en dulce pero Héctor lo mete en su poderosa muleta y le realiza lo mejor de la tarde una faena llena de emoción bien equilibrada por ambos lados toreando con temple y ajustándose al novillo que si trasmitía el peligro sordo.
Se ve a un Héctor dominador y disfrutando su quehacer dando los tiempos y toreando a la distancia justa para lograr ligar series que le son fuertemente jaleadas.
Lástima, si lástima que su puntería con el acero es bastante mala y todo lo bien hecho con la muleta se fue al pozo, aun así el público lo sacó a dar la vuelta al ruedo. El Juez le concedió arrastre lento al novillo.
Al de casa Arturo de Alba le vimos con su primero francamente mal, sin oficio, perdido, si, el novillo era francamente malo pero él se vio sin saber que hacer, naufragando. Pitos
Con el sexto de la tarde noche, un novillito justito y con escasa cornamenta, débil y manso de embestidas bobas se pudo ver a un Arturo más confiado aunque toreando a prudente distancia, estuvo por largo rato en la cara del novillito y el público le jaleaba lo que hacía pero no lo vimos con los tamaños que esta difícil profesión exige a los que pueden llegar, pienso que Arturo debe pensar bien su futuro.
Termina de feo bajonazo entre la rechifla del respetable. Sale a saludar al tercio y se da la vuelta al ruedo con la protesta de una parte de los asistentes.
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La galería en breve.
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