En Burgos… Emilio de Justo, con tres orejas, consigue una importante puerta grande

01 julio 2018 Redacción

Burgos: Domingo 1 de julio de 2018. Tercera de San Pedro y San Pablo. Toros de Victorino Martín de variadas hechuras y edades, pero en el tipo de la casa. Corrida variada, interesante por su diverso comportamiento, desde el peligroso primero al exigente tercero. Segundo, cuarto, quinto y sexto dieron opciones en distinto grado. Casi tres cuartos de plaza.

José Ignacio Ramos: Ovación y oreja.

Paco Ureña: Silencio y ovación con saludos.

Emilio de Justo: Oreja y dos orejas.

Detalles:

José Ignacio Ramos recibió el homenaje de la afición por sus 25 años como matador de toros.

Ángel Gómez saludó tras el segundo tercio del tercero de la tarde y lo propio hizo Morenito de Arles tras firmar un buen par en el que cerró plaza.

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Emilio de Justo ha triunfado con rotundidad ante los Victorinos en Burgos. El extremeño ha firmado una tarde muy importante, obteniendo tres orejas y dando un nuevo toque de atención esta temporada, que se suma al buen ambiente con el que afrontaba este 2018. La primera oreja la obtuvo del tercero, un ejemplar al que lanceó con gusto a la verónica y con el que destacó toreando al natural, imponiéndose al de Victorino con mucho valor y firmeza y matando de una buena estocada. Ante el buen sexto cuajó una gran actuación con capote y muleta. Fue decisivo, además de la entrega del torero, lo bien que entendió de Justo al animal, al que terminó toreando de manera excepcional por ambos pitones. Se tiró a matar o morir, cobrando una gran estocada y obteniendo un merecido doble trofeo.

La otra oreja de la tarde fue a parar al esportón de José Ignacio Ramos. Reaparecía ante sus paisanos y, sin duda, estuvo a la altura de las circunstancias el burgalés, afrontando el festejo con gran responsabilidad y mostrando su oficio y firmeza en sus dos actuaciones. Ya había sabido solventar las complicaciones de su primero, recibiendo una ovación tras darle muerte, y supo entender al enrazado cuarto, al que despachó de una gran estocada, haciendo honor a una de las señas de identidad de su trayectoria, recibiendo un trofeo.

Pudo llevarse otro trofeo Paco Ureña tras la lidia del quinto, aunque la presidencia no atendió la petición de los tendidos. Apostó Ureña ante este toro y pudo firmar buenos muletazos al natural. Con el complicado segundo realizó un meritorio esfuerzo que finalmente no pudo rubricar con los aceros.

A destacar, nuevamente, la gran entrada que registró una tarde más el Coliseum, en una Feria Taurina de San Pedro y San Pablo que está resultando exitosa a nivel artístico y de público.

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Por cortesía de Philippe Latour