En Villa María del Triunfo… Alfonso de Lima corta una oreja en la Corrida de Chumpi

02 mayo 2018 Martín Campos

Villa María del Triunfo, Lima (Perú). Casi llena lució la portátil Torokuna, se lidiaron reses de cuatro hierros ayacuchanos de distinta procedencia: de Ramos, que se rajó de inicio y adoleció falto de casta, desarrolló sentido; de Asurza, mansurrón y complicado; de Hermanos Navarrete, el que mejor se empleó fue noble y tuvo condición de bravo, se empleó en el caballo y tuvo acometividad y nobleza aún estando sentido de la mano izquierda; y de San Lorenzo, muy complicado, manso con peligro sordo, desarrolló sentido.

Alfonso de Lima: Oreja y saludo.

Franco Salcedo: Silencio y silencio tras oír tres avisos bajo polémica.

Detalles:

Gran cantidad de gente mayormente residentes ayacuchanos se dieron cita a la corrida.

Se guardó un minuto de silencio por la memoria del ganadero don César Azurza.

Se presentó en la cuadrilla del espada colombiano el maestro Rafael López llegado especialmente desde Madrid.

Destacó Denis Castillo en la brega.

El toro de Navarrete fue premiado como el mejor toro.

Un aspecto en contra fue la no inclusión de un espada sobresaliente para este tipo de festejos anunciados como “mano a mano”.

El característico sonido ulular de los graves waqrapukus se hicieron escuchar en el festejo.

Los hermanos Tenorio sobre cabalgaduras de caballos de paso entonaron bellas melodías ayacuchanas. Aparte abrió el espectáculo danzantes de marinera y caballos de paso.

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Casi llena lució la portátil Torokuna instalada en el distrito sureño de la metrópoli limeña, cuyos tendidos prácticamente se colmaron de residentes de las provincias de Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara según pudimos apreciar a muchos aficionados conocidos de Chumpi, Puquio, Cora Cora, Pauza, Sara Sara, Incuyo, y otros partes del taurinísimo sur del departamento de Ayacucho.

La Comisión Pro Construcción de la Plaza de Toros de Chumpi, bajo la estela de don Hugo Rosas, organizó la tradicional Corrida de Chumpi por el Día del Trabajo, la que se dio bajo brillo solar y gran ambiente festivo.

Mansa en líneas generales la corrida lidiada ayer tarde 1° de mayo en el Torokuna. Salvo el noble pupilo de Navarrete, los restantes complicados y por lo menos dos con mucho peligro.

Ante este panorama surgió el mayor oficio y experiencia del espada nacional Alfonso de Lima, que pese a ser levantado espectacularmente sufriendo fea voltereta en su primero, el de Ramos, feo de cara, abierto de cuernas que es correlón y sale suelto, acusó rajarse desde el comienzo buscando el abrigo de las tablas prontamente, el matador limeño estuvo muy por encima de él, entendiéndolo y colocando la muleta en la cara logró sujetarlo sobre todo en la serie final por la derecha.

Para destacar la total disposición y derroche de valor de Alfonso. Cortó merecidamente un apéndice en su primer toro tras pasaportarlo con estocada entera algo contraria y pudo haber tocado pelo también en su segundo que fue el mejor toro de la tarde, un colorado bociblanco de Navarrete que pese a acusar invalidez en la mano izquierda tuvo condición de bravo, metió en el caballo y acometió con nobleza, al que lo toreó a gusto alargando los muletazos con solvencia. Al final pinchazo y estocada ligeramente caída le permitieron oír ovación.

El diestro colombiano Franco Salcedo no tuvo suerte con su lote y pasó las de Caín. El caleño es un torero de entrega y sus credenciales ya vistas el año pasado en nuestro país le han permitido pasear su toreo por varios ruedos nacionales. Pero como así es esto de los toros, ayer no las tuvo todas ─ni prácticamente ninguna consigo─ pues como dijimos los dos astados que tuvo al frente le complicaron mucho las cosas. En su primero fue levantado una vez y soportó feos hachazos. Con el que cerraba tarde, una alimaña con signos de estar pregonado, tragó tremendas palizas en sendas volteretas que lo conmocionaron.

Pese a ello reponiéndose quiso volver a la cara del toro para consumar la suerte suprema fallando en repetidas veces y oyendo dos avisos. Cuando salía del último intento fue nuevamente levantado por la res quedando a merced recibiendo soberana paliza. Al reponerse el juez en un intento de evitar riesgos en la integridad del torero, apura el toque del tercer aviso por lo que el torito fue devuelto vivo ante la desazón y comprensible frustración del pundonoroso espada caleño que fue remitido a un nosocomio local para las pruebas médicas del caso. Al cierre de esta nota sabíamos de buena fuente que felizmente ya se repone sin consecuencias mayores.

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