En Comas, Lima… Israel Téllez y Paco Ramos se vieron las caras

02 octubre 2017 Martín Campos

Comas, Lima. Bajo tenue brillo solar se realizó en el cono norte de la ciudad capital del Perú, la corrida en honor a la Santísima Virgen del Carmen que como cada año organizan los residentes del distrito de Lachaqui, provincia de Canta. Con tres cuartos del aforo de la plaza portátil montada para la ocasión, se lidiaron cuatro astados de la ganadería de San Alejandro, de sangre Santa Coloma. Desiguales de presentación, muy complicados, que mansearon con peligro buscando arrollar. Destacó el corrido en tercer lugar que fue el más potable.

Israel Téllez: Dos orejas y oreja.

Paco Ramos: Una oreja y palmas.

Detalles :

La corrida fue organizada por el Mayordomo Miguel Olazabal Pantaleón, hermano del matador de toros Aquilino Olazabal.

Hubo despeje de caballos peruanos de paso, pelea de gallos, estampas de danzantes caporales y al final de la corrida el marco musical de la orquesta Revelación Cinco junto a la cantante folklórica Perlita de Huaral.

Muy polvoriento estuvo el ruedo de la plaza portátil lo cual complicó la labor de los gráficos en el callejón.

Se presentaron integrando las cuadrillas, el espada Hans Rafael Saravia que actuó como sobresaliente; los de plata Dany Ayala, Nilton Canales Cebollita, Miguel Andrade El Pirri y Marco García. Sobre el rocín, el maestro Adolfo Andrade El Toto.

Gente agolpada en los inmuebles aledaños presenciando el festejo.

El matador Paco Ramos brindó su segundo toro al carismático y muy buen aficionado Rafael Oliart Machaquito.

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Lachaqui es otro distrito muy taurino de la provincia ídem de Canta, situado sobre los 3,800 metros sobre el nivel del mar, en plena ladera de los ramales cordilleranos andinos al noreste del departamento de Lima. Los lachaquinos residentes en la ciudad capital, realizan cada año un festejo taurino en la zona del cono norte −donde mayormente se han instalado debido a su cercanía con la ruta hacía la provincia de Canta−, para celebrar jubilosos la veneración a la advocación mariana de la Santísima Virgen del Carmen, patrona de Lachaqui. Este año se montó la portátil dentro de las instalaciones del complejo Teófilo Cubillas, en Comas.

El hierro de San Alejandro de propiedad de don Amílcar Mandujano, se originó sobre la base de los sementales Español de procedencia de Mayoral, de un toro castaño de procedencia de don Manuel Garfias, indultado en una corrida de la Plaza de Acho por Dávila Miura y otro toro de procedencia de don Fernando de la Mora, cruzando a estos ejemplares con vacas de Chuquizongo. Lo corrido ayer corresponde al último lote de procedencia Santa Coloma-Saltillo que aún mantiene el ganadero.

Israel Téllez, de escarlata y azabache, abrió plaza ante un astado alto cariavacado, estrecho de sienes, que remató con violencia en los endebles burladeros de la portátil cuyo ruedo levantó demasiado polvo. El bicho, en tipo del encaste de su procedencia, fue muy complicado; siempre mantuvo la cara arriba pegando derrotes, no toma con claridad el engaño y no pasa. Más bien se le cierra más de una vez y así las cosas echa el espada recurso en su placeado oficio logrando componer las embestidas para sacarle algún muletazo por fuera. Una prendita de esas tocada en suerte al diestro mexicano. En base a ello y al bullidor alarde en los pases finales pone a la gente consigo y tras estocada tendida que basta, pasea dos orejas concedidas.

En su segundo, uno negro de menos cuajo que los hermanos, que sale con la misma tendencia de rematar con violencia tanto así que levanta de raíz un burladero y al que la puya larga del Toto parece que compuso, se empleó con cierta movilidad en la muleta, dejándose por el izquierdo a media altura sobre los medios. Pese a ello en una le hace jirones la franela. Tras una tendida la segunda va entera. Oreja.

Paco Ramos, de añil terciopelo y azabache, recibe a un girón avacado, entrepelado, que es otra prenda, no humilla y se le cierra por el derecho. Pega gañafones y se revuelve rápido. Es más la intención de defenderse que ir a por el cite. Se queda parado y reserva. Es uno al que debe sabérsele tocar las teclas sin perderle vista. Así lo entendió el diestro castellonense que estuvo por encima de su oponente resolviendo la papeleta con oficio y voluntad. Para el tendido son los desplantes a rodillas para dar fin a la faena imposible. Estocada y descabello. Le cortan dos orejas pero el espada en gesto de hidalguía solo pasea una.

Nada hubo tampoco en el cuarto que se cerró la tarde, sale suelto, no ayuda y tardea, esto es retrasa su embestida. Cuando acude rebrinca con la cara arriba. Ramos a punta de ir perdiéndole pasos lo trata de convencer pero el mansurrón se desentiende. Estocada calada y todo quedó en palmas.

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