En Cenicientos… Una oreja para Alberto Aguilar y Antonio Nazaré

15 agosto 2017 Philippe Gil Mir

Cenicientos, martes 15 de agosto de 2017. Segunda de la feria del Toro en honor a la Virgen del Roble. Con tres cuartos de entrada. en los tendidos, en tarde soleada, se lidiaron cinco toros de Flor de Jara y uno de Sepúlveda, 1° bis. Bien presentados, serios. Salvo el sobrero de Sepúlveda, aunque con trapío, salió escobillado. Encastados y con juego interesante los 2°, 3° 4° y 5°, manso el 1° bis.

Fernando Robleño: Silencio en ambos.

Alberto Aguilar: Oreja y ovación con saludos.

Antonio Nazaré: Oreja y silencio.

Detalles:

Tardó en ser devuelto más de 45 minutos el primer ejemplar de Flor de Jara siendo inválido.

Tres horas y diez minutos de festejo, por lo que el festejo acabo de noche.

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El primer ejemplar de la tarde fue devuelto a los corrales tras el tercio de picas por su invalidez. Resultó muy complicado meterle en el toril. Se intentó todos los recursos, a pie, con capote, con el ayuda de varios empleados de la plaza, hacerle entrar por el callejón, las cuadrillas con la puntilla, con el descabello. Y al final tuvo que entrar a matar el propio matador Fernando Robleño. Paso tres cuartos de hora, para que volviera a empezar la corrida.

El primero bis, un sobrero de Sepúlveda, ovacionado de salida por su trapío. Manseo en varas y se le hizo la carioca. Se defendió en el peto haciendo sonar el estribo y queriendo quitarse el palo. Recibió dos puyazos. Inició su trasteo Fernando Robleño con muletazos por bajos, pero el astado embistió con arreones y no hubo opciones de lucimiento. Abrevió el torero ante las embestidas del manso, colocando al hilo de las tablas de dos pinchazos, una media estocada atravesada y una entera muy baja. Se silenció su labor.

Con el que hizo cuarto, entró en la cabalgadura en dos ocasiones empujando en bravo y derribó al caballo en el primer encuentro. Resultó el toro complicado en la franela del diestro de San Fernando de Henares que fue fiero y había que tocarle bien las teclas. Pronto tuvo medio recorrido sin entregarse del todo. Mato de una estocada entera caída y oyó los silencios.

Alberto Aguilar recibió el segundo intentando verónicas y rematando con una revolera. Entró en el peto en una sola ocasión, pero empujando con clase y con puyazo en condiciones. En el último tercio inició su trasteo con lucidos derechazos cargando la suerte. El astado fue encastado y transmitió en el tendido, supo aprovecharlo y pudo el torero ligar varias tandas por ambos pitones de muy buen sabor. Dibujo naturales bajándole la mano jaleados por el público. Remato su obra con trinchera y pecho. Mato de un pinchazo en lo alto y una media estocada tendida que le valió para cortar un trofeo merecido.

Con el quinto, lo recibió lidiándole por atrás hasta los medios. Otro ejemplar encastado que empujó en el caballo, aunque con un puyazo trasero. Fue complicado en el tercio de banderillas esperando mucho sin entregarse del todo. Alberto Aguilar tiró de él con naturales ayudados y a base de técnica y oficio supo llevarlo y dominarlo, aunque la faena no cuajó. Mato de una estocada entera en su sitio y recibió una ovación con saludos.

El tercero de la tarde fue recibido por verónicas y una media. Se le castigó con un solo puyazo y se rompió la punta de su pitón izquierdo en el peto. Brindo Antonio Nazaré su faena al respetable y empezó su labor muleteril con la mano diestra, enseguida conectó con los tendidos dibujando derechazos ligados y de buena factura. El toro respondió en la franela con su casta, bravura y cierta nobleza con fijeza. El torero supo templar las embestidas que calaron en el público. Remato su obra con pases por bajos y pase de pecho. Lo despacho con una estocada entera desprendida con la que fue premiado de una oreja.

El que cerraba plaza y feria del Toro, no hubo acople con el percal. Se le castigó en tres ocasiones con puyazos trasero y haciendo sonar el estribo. En el último tercio se apagó pronto en la muleta. Tuvo el toro pocas embestidas, y no permitió opciones de lucimiento. Lo lidio de uno en uno y se despidió de él con una estocada entera desprendida. Fue silenciado su labor.

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