Crónicas

En Valencia… Mayor expectación, volumen de kilos, y el resultado artístico puros quilates de toreo

Con media entrada en los tendidos, se han lidiado en Valencia, en la última de la Feria de Julio, seis toros de la ganadería de Herederos de Celestino Cuadri, bien presentados, sin “sospecha”, como es habitual en este hierro.

Rafael Rubio Rafaelillo: Oreja y palmas.

Alberto Gómez: Palmas con saludos y silencio.

Román: Vuelta tras petición minoritaria y palmas.

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Abría cartel el torero murciano, muy querido en esta plaza, Rafaelillo, con mucha experiencia con el hierro de Cuadri, con el que ha obtenido triunfos muy sonados ante este respetable valenciano. Número 18, Bargantillo, negro zaíno de 640 kilos, nacido el en febrero del 2013. Recibe de capa en el tercio, con maestría y oficio. Quizás le sobran quilos o le falta clase, pero la cuestión es que blandea. Los banderilleros se encargan de que se lleve los seis palitroques en los lomos. Brinda a alguien en la barrera del 2, que suponemos familia del niño Adrián. Tras sacarlo con suavidad al tercio del 5°, le instrumenta algunos derechazos, midiendo las distancias y con precauciones. Después un par de series con algo más de ajuste, sin gran transmisión. Toreo del bueno, de frente con la zurda, ajustándose y provocando aplausos. Torea Rafaelillo con mucha seguridad en las cercanías, calentando al graderío. Estocada arriba, cortando la única oreja de la tarde.

El cuarto de la tarde, número 6, Trillador, negro de 540 kilos, nacido en abril de 2013. Rapidez en los primeros tercios, como si tuvieran prisa, sin nada que reseñar. Algo parado el toro, desarrollando sentido y con la cara alta en los embroques, que hace que los banderilleros lo pasen mal y tomen precauciones. Brindis al cielo, en memoria de Adrián, dejando su negro sombrero debajo de su montera en el centro del redondel. Lo recibe con ambas rodillas en tierra, aunque sólo le permite darle uno, y tiene que tomar la vertical. Muy parado el Cuadri, tiene que insistir mucho Rafaelillo para provocar la embestida. A matar, porque no hay toro, toreable, claro. Tras unos doblones, mata tras dos intentos, acabando con este marrajo.

Palmas. Se dirige al tendido a devolver el sombrero al padre de Adrián, que invita a salir al ruedo para saludar, provocando una cerrada y emocionante ovación. Se llevan al toro mientras tanto, por lo que no hay tiempo de propinarle la pitada merecida.

Alberto Gómez, con el número 22 de Cuadri de nombre Gargantillo, negro zaíno de 537 kilos, nacido en enero de 2013. Lo recibe de capa con mucho comedimiento, pues es protestado por parte de algún sector del público. Tras dos cortas varas, muestra dificultades y corta el viaje por el pitón izquierdo en banderillas. El presidente lo mantiene en el ruedo y cambia el tercio. Brinda Alberto a alguien, desconocido para mi, en el tendido 5.

Llama Alberto la atención al toro con la voz, guardando distancias en los embroques con la mano derecha. El Cuadri no repite, teniendo que insistir mucho el torero para conseguir algún muletazo. Por el izquierdo aún quiere menos, doblando las manos.

Insulsa embestida del Cuadri, rajada y saliendo mirando al tendido. Se perfila de cerca, pero el toro ni se mueve, pinchando en hueso. Consigue una estocada algo caída a la segunda, efectiva. Palmas y saludos. Pitos al toro.

El que hace quinto, el número 11 de 642 kilitos (el más grande del encierro) de nombre, Bagonero, negro zaíno nacido en enero del 2013. El picador le aguanta las embestidas y se atreve a recibirlo por tercera vez, con seguridad, siendo aplaudido. Aprieta el toro en banderillas y pasan los peones como pueden. Brinda Alberto al público, enfrentándose a este toraco con solvencia, a pesar de estar tan poco toreado. Le da tiempos entre tanda y tanda y le insiste por la derecha, porque el “mostrenco”  no se traga ni uno por la zurda. Con una media a la cuarta intentona acaba con este Bagonero. Silencio. Pitos al toro en el arrastre.

Román. Con el que hizo tercero, número 9, Remiendo, negro de 555 kilos, nacido en marzo del 2012. Trata de embraguetarse Román con el de Cuadri, que no da facilidades en absoluto. Bien cogido en corto por Iturralde, midiendo las fuerzas del Cuadri. Un gran par de El Sirio, tercero hoy en la cuadrilla de Román. Brindis al público, que lo declaró triunfador en esta plaza el pasado año. Busca Román el mejor acople posible, sacando con gusto el Cuadri a los medios. Una buena serie con la derecha arranca los olés y suena la música. Segunda tanda con despaciosidad y garbo. Tras una buena tercera, se cambia a la zurda, recetando unos buenos naturales, con un obligado de pitón a rabo. Acorta distancias, con ajustados cambios de mano, queriendo ser. Se tira en corto, pincha en hueso y está a punto de ser cogido. Una estocada hasta los gavilanes, que hace guardia, acaba con el Cuadri, tras dos descabellos. Petición minoritaria. Vuelta al ruedo.

Cerraba plaza y feria Román con el número 4, de nombre, Puntero, negro zaíno de 545 kilos, nacido en abril de 2013. Román trata de embraguetarse de salida con el Cuadri, aunque no le da muchas facilidades, que digamos. Al sentir hierro en varas, sale de estampida y enseguida todo el mundo se percata que es manso de libro. El picador tiene que buscarlo y perseguirlo para poder cumplir el trámite. Papeleta para Román y para el peonaje al banderillear, cambiando el tercio con sólo tres palos en los lomos. Le planta cara Román, pero al no tener un pase y tras dos entradas sin moverse el toro-burra, coloca una media algo tendida, que permite descabellar. Palmas de alivio por el trago pasado a Román. Pitos al toro.

Fin de corrida y de Feria.

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