Lo dice Pepe Mata… Gómez del Pilar y su firme convicción
Noé Gómez del Pilar, es un talentoso joven torero que hoy lunes llegó a la Monumental Plaza de Las Ventas, y volvió a convencer que tiene sólidos argumentos y un futuro luminoso.
Me decía mi querido amigo, Jesús Valencia Chatino, que siempre hay que entender del contexto que vive cada torero, y le asiste la razón; Gómez del Pilar, llegó a este festejo con sólo un festejo durante este año, y únicamente dos el pasado, demostrando que cuando se ama a su profesión y en verdad se quiere conquistar el triunfo, no hay nadie ni nada que lo impida.
Cuánta razón tiene Chatino, haciéndonos reflexionar que con casi nada de festejos, Noé hizo tanto, que se consolida como un sólido Pilar del Templo de Zeus.
Desde su firme caminar en el paseíllo, se advirtió que venía por el triunfo, mismo andar que le llevó con su plena convicción hacia la puerta de toriles, ahí esperó, aguantó y consumó un larga de rodillas que de inmediato impactó en el selecto pero exigente paladar venteño, para incorporado, ir sucediendo, con la plasticidad manifiesta en sus brazos, armónicos lances a la verónica, que fueron ganando terreno, y hubieran sido recortados con la media, si el toro no le arrebata el capote.
Tras brindar al gran Chano… Vicente Yángüez El Chano, comenzaría esa maravillosa sonata beethoviana con ritmo, cadencia y armonía, que avizora en un momento nada lejano, imponentes sinfonías.
Comenzó con la suavidad manifiesta, para ir conduciendo a los espíritus de los diletantes taurinos, por los mágicos caminos del arte del toreo, en donde merced a su mando, aguante, técnica, consiguió imponerse con el toro de Dolores Aguirre, extrayendo sus buenas condiciones de calidad.
Pero…
… pero también los pasajes de esta emotiva sonata, nos condujeron por el avasallante poder que otorga el sentimiento, dejando en claro su indiscutible calidad de artista.
La emoción inundó a la mayoría de los tendidos, y así, muy emocionado, sentado en su contrabarrera se observaba al Gran Legionario del Universo, Don Alberto Lázaro.
El arte es emoción y no puede engañar sino trascender.
Una vez consumada la propuesta artística, y de que lastimosamente el toro enseñara su mansedumbre al rajarse al iniciar el toreo al natural, decidió rubricar, Gómez del Pilar, lo bien expuesto, y dejó una entera que fue suficiente para que claudicara el toro.
El público que es sabio y sabe ver y valorar mejor al que sí se debe apoyar, porque conquistó con sólidos argumentos el reconocimiento, exigió una oreja, símbolo no sólo del triunfo de, Noé, sino de la apasionada entrega.
De una apasionada entrega diaria, disciplinada, que comienza cuando el sol saluda a la noche en los ensayos diarios de Noé, y termina cuando la misma noche vuelve a cobijar los sueños y las ilusiones de Noé Gómez del Pilar.
Ojalá y todos los empresarios le hagan justicia.
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