En Alès… Domingo Lopez Chaves corta una oreja en la concurso

27 mayo 2017 Philippe Gil Mir

Alès (Francia) Arènes du Tempéras. Primera de la feria de la Ascensión, con más de media entrada en tarde soleada, se lidiaron en corrida concurso seis ganaderías francesas, desiguales de presentación y en la que destacó el 4° premiado con la vuelta al ruedo. En el orden de lidia, 1° Concha y Sierra (procedencia Vazqueña) silenciado, 2° Bruno Blohorn (procedencia Domecq vía Jandilla) aplaudido, 3° Hermanos Jalabert (procedencia Marqués de Domecq) silenciado, 4° Philippe Cuillé (procedencia Miranda de Pericalvo) vuelta al ruedo, 5° Pagès-Mailhan (procedencia Santa Coloma y Parladé) palmas, y 6° Camino de Santiago (procedencia Marqués de Domecq) silenciado.

Domingo López Chaves: Silencio y oreja

Michelito: Silencio tras aviso y silencio

Juan Leal: Silencio y silencio tras aviso

Detalles:

Tras el paseíllo, se ha homenajeado con un minuto de aplausos la memoria de Philippe Cuillé, ganadero y empresario de Alès, fallecido en febrero.

El cuarto toro de Philippe Cuillé, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, de nombre Penedor, n° 7, nacido el 30/10/12.

Tras el festejo, se dio a conocer los galardones: Mejor toro: Philippe Cuillé; mejor picador: Gabin Rehabi ante el toro de Blohorn; y mejor torero: Domingo López Chaves.

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Salió el primero de la tarde, un toro de Concha y Sierra (procedencia Vazqueña) que fue ovacionado a su salida por su trapío. Domingo López Chaves lo recibió por verónicas y chicuelinas. Demostró el astado su falta de fuerza por lo que tomó dos varas echando la cara arriba. Inició su labor muleteril apoyado su codo en las tablas. Al astado se le notó su falta de fuerza y un corto recorrido en una faena exclusivamente echa con la diestra. Lo mató con una estocada entera desprendida y se silenció su labor.

Con el segundo de lote, un toro de Philippe Cuille (procedencia Miranda de Pericalvo) aplaudido de salida, un soberbio astado que sorprendió el público tras derribar a la cabalgadura. Recibió tres puyazos y empujando en el segundo encuentro. El torero de Ledesma lo brindó al cielo en memoria del ganadero Cuillé y supo aprovechar las buenas embestidas de su oponente toreándole por ambos pitones en una labor poderosa. Tras una estocada casi entera en su sitio cortó una merecida oreja. El astado fue premiado de una vuelta al ruedo en el arrastre.

Con el que hizo segundo, un toro de Bruno Blohorn (procedencia Domecq vía Jandilla) que metió bien la cara en el percal y que se lució por su bravura en varas tomando tres puyazos y un cuarto al regatón. El toro acudió desde los medios en los cites del picador francés Gabin Rehabi. En la muleta mostró su genio, arrancándose rebrincado y protestando.

Le costó a Michelito acoplarse con él en una faena con varios enganchones y en la cual poca cosa pudo hacer. Se despidió con tres pinchazos, media espada y dos descabellos por lo que se silenció su labor tras un aviso. Salió el quinto, un astado de Pagès-Mailhan (procedencia Santa Coloma y Parladé) que un buen toreo de capote. Recibió tres puyazos metiendo bien la cara, pero sin empujar demasiado.

En la faena, aprovechó las buenas embestidas con la mano diestra, aunque le faltó transmisión al toro. El torero franco mexicano consiguió cuajar algunas tandas que no calaron en el respetable. Mato de una casi entera tendida, y escucho los silencios.

El que hizo tercero del concurso, un ejemplar de los Hermanos Jalabert (procedencia Marqués de Domecq) Lo recibió Juan Leal con el capote llevándolo hasta los medios. Tomó dos varas, siendo un poco flojo el astado en los encuentros. En el segundo tercio, perdió el burel dos pezuñas que no le impidió moverse, a pesar de las protestas del respetable, el presidente no quiso cambiarlo.

En la faena no dio más opciones por lo que el francés se fue por el estoque colocándole una media espada tendida y desprendida con descabello. Oyó los silencios.

Con el que cerró plaza, un astado de Camino de Santiago (procedencia Marqués de Domecq) con menos presencia que los demás, recibió tres varas cumpliendo bajo el peto.

En su labor muleteril, consiguió robarle algunos muletazos, toreándolo en redondo, ligando a veces de forma templada, cuando fue volteado de forma aparatosa, pero sin mayores consecuencias, volvió a la cara de su oponente. Se despidió con un pinchazo y una media estocada caída por lo que escucho los silencios.

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