Crónicas

En Valencia… ¡A apretarse los machos!, que vienen los nuevos!

Valencia (España). Octava corrida de las Fallas 2017. Lleno hasta la bandera. Toros, 5 de Juan Pedro Domecq, con bonita lámina, nobles y con fijeza, pero al límite de sus fuerzas y uno, sobrero, de Vegahermosa, con genio y sin motor.

Enrique Ponce: Ovación y respetuoso silencio.

Cayetano Rivera Ordóñez: Palmas y oreja con petición de la segunda.

Ginés Marín: Una oreja y aviso, y oreja.

Detalles:

Ginés Marín en hombros tras cortar una oreja a cada toro.

Cayetano tuvo una tarde de entrega total.

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La temporada que apenas comienza va a estar marcada por la confrontación generacional entre los toreros bien situados en el escalafón y un grupo de jóvenes que emergen queriendo hacerse con el cetro del Toreo. Ya reseñamos la tarde de Andrés Roca Rey, el fenómeno peruano que llegó a las Fallas herido y se fue por la puerta grande.

Hoy ha sido Ginés Marín, el extremeño , que se entretuvo en cortarle una oreja a cada toro a fuerza de ganas de triunfo. Y por allí vienen José Garrido, Luis David Adame, Román, etc… dispuestos a tomar la colina donde está el botijo. Hoy los encargados de defender el establichment dieron contestación. Cayetano con raza y clase y Enrique Ponce con sabiduría, pero sin poder rematar con un triunfo. Lo cierto es que será una guerra abierta.

La corrida de Juan Pedro Domeq, justamente presentada, noble y fijeza, decepcionó por su desigual juego y por su falta de fuerzas. Dos toros fueron devueltos, sustituidos por un sobrero del mismo hierro con 646 kilos que desentonaba por completo y otro de Vegahermosa, con genio por la falta de fuelle.

Enrique Poce, elegantemente vestido de Azul noche y Oro, recibió al primero que estaba sujeto con alfileres por lo que fue devuelto. En su lugar salió el descomunal sobrero, alto de agujas y justo de fuerzas. Verónicas y media para dejarlo en el caballo. Quita Cayetano por delantales. El Maestro de Chiva lo torea suavemente en varias series con las dos manos tratando de que el voluminoso toro se entregara, pero con ese peso era imposible, y eso que Ponce es de los que logra milagros basados en su sapiencia. No insiste más, se va por la espada para propinarle media y un descabello. Sale a tercio y recibe una cariñosa ovación. Pitos al toro en el arrastre.

A su segundo, un castaño con 583 kilos, Ponce lo dosifica en varas y lo brinda al público deseoso de agradar en la Feria de su tierra. Pero se repite la situación, el toro se desfonda rápidamente y apenas aguanta pocos pases. Le levanta la muleta, trata de ayudarlo pero la labor es ayuna de emoción. Se desilusiona y va por el acero. Tres cuartos de espada liquidan a su enemigo. Silencio respetuoso y pitos al toro.

Cayetano: de Azul y azabache. Evidencia la determinación con la que asumió la tarde al irse en su primero a porta gayola y recibirlo con una larga cambiada y lances en los medios. Pero el toro empieza a ser protestado por su debilidad; es devuelto y en su lugar sale el sobrero de Vegahermosa. A este le da una larga cambiada en el tercio y lo lancea con verónicas y chicuelinas al paso para dejarlo frente al picador. Se dobla con el pues el toro tiene genio que emana de su poca fortaleza. El torero lo intenta por ambos lados en series en las que en cada pase el toro repone e impide la ligazón. No obstante Cayetano evidencia gran disposición y no pierde su elegante compostura. No hay faena posible por lo que le receta una estocada atravesada y 3 descabellos. Palmas.

En el 5º Cayetano volvió a demostrar su firme voluntad de éxito. Lo recibió con clásicas verónicas y media. Quitó Ginés Marín, que no perdonó ni uno. Cayetano se pone de rodillas junto a las tablas para pegarle cuatro muletazos que establecen la conexión con el público. Ya de pie empieza a torear por naturales de perfecta ejecución, con la pierna de salida adelantada y mucha expresión plástica.. Más naturales, ahora mirando al tendido, que recordaban a su padre el célebre Paquirri Se inventa la faena con inteligencia y dando al toro tiempo y espacio, exhibiendo también una puesta en escena de mucha prestancia, dando importancia a lo que hace. La música acompañó su labor y al terminar de una estocada ligeramente desprendida que hizo doblar al toro, la petición fue unánime, la oreja fue concedida, y la paseo en aclamada vuelta al ruedo. Lo había conseguido.

Ginés Marín, de Canela y Oro, también sabia que de su paso por las Fallas de Valencia va a depender buena parte de la temporada. Salió a “revienta calderas”. Verónicas de manos muy bajas, algo que casi no se ve en estos tiempos; el toro va al caballo en un tercio que se ha convertido en mero trámite, siendo como es, uno de los aspectos fundamentales de la lidia. Brinda por los micros de la TV al pequeño aficionado Adrián, que lucha por su vida y su afición a los toros. Se va a los medios con la muleta plegada en la mano izquierda. El toro no acude al cite. Recorta la distancia e insiste hasta que el toro se arranca y lo cambia por la espalda, una pedresina! Sin perder tiempo se va a por el, con tandas de naturales y derechazos, suena la música y el toro responde con una embestida noble, franca y mas larga que la de sus hermanos de camada. Vuelve con la izquierda con muletazos clásicos de bello trazo y ejecución. El toro se empieza a resistir, el torero se dobla con el y sin mayores florituras se tira a matar con un perfecto volapié. Suena un aviso al tiempo que el toro se echa y la plaza se cubre de pañuelos. Cae la primera oreja que pasea satisfecho por el redondel.

En el sexto, Ginés sabe que tiene media puerta grande abierta. El toro no es como el tercero ni mucho menos, pero urge triunfar. Comienza la faena con estatuarios en el tercio y el toro comienza a agradecer el trato suave y templado que le da el torero en derechazos y naturales, yendo a más. Ataca la música, hay conexión del público con el artista. Cuando el toro va a echar el cierre, Ginés lo impide recurriendo al arrimón y al toreo efectista, para finalizar con bernadinas que calientan la olla. Otro certero volapié, gran petición y otra oreja, que garantiza la salida por la Puerta Grande a la calle Xátiva. Misión cumplida.

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@wcardenasrubio 

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