En Manizales… Un diluvio en el que Dinastía y Palacios destacan
Monumental plaza de toros de Manizales, Colombia. Sábado 15 de octubre, 2022. Segundo festejo del ciclo pre feria Toros y Ciudad en su edición XXIII, correspondiente a una novillada con caballos. Se lidiaron utreros de la ganadería fundacional de Mondoñedo, sangre Contreras. De hechuras, muy en el tipo de la casa, en comportamiento complejos, geniudos y limitados, destacando el primero que se dejó hacer.
Juan Gómez Dinastía: Oreja.
Maikel Ramírez: Silencio tras dos avisos
Anderson Sanchez: Silencio, tras dos avisos.
Jose Gallo: Silencio tras avisos
Juan Palacios: Oreja.
Jose Gomez (Rejoneador): Palmas
Detalles:
Tras la lidia del segundo novillo, el festejo tuvo que ser suspendido por más de 40 minutos, debido a una fuerte lluvia que imposibilitó el ruedo para el desarrollo del festejo; se ha de resaltar aquí la labor, silenciosa y fundamental, de los monosabios de la plaza de toros de Manizales, para ellos nuestra enhorabuena.
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Tarde de expectación en la Monumental de Manizales, no sólo por el hambre de toro, de una afición que está sufriendo el ayuno prohibicionista; sino porque se anunciaba (por primera vez para este ciclo) en la cartelería, la que sin duda es la casa fundacional del campo bravo colombiano, la mítica Modoñedo, de la que es artífice la familia Sanz de Santamaría, al igual que del coso monumental de la capital Colombiana, la plaza de toros de Santamaría, hoy víctima de los ataques de una administración que defiende las banderas del falso animalismo, pasando por alto los grandes problemas sociales de una urbe.
Pues bien, con una aforo cercano a los tres cuartos de plaza, se abrieron los toriles y salieron al ruedo los variopintos, geniudos y complicados Contreras, colombianos, y con ellos se explayaron todos los matices de una fiesta que se viene perfilando por los caminos del buen torear, elegante y estético: vertical, como una coreografía bien definida, que al chocar con las complicaciones de la casta puede tomar ya sea los senderos de la poderosa lidia o del facilismo tremendista y el destoreo; dos versiones antagónicas que se pudieron ver en la complicada tarde Manizalita.
Conviene acá reprobar la actuación del novillero ecuatoriano Juan Palacios, que si bien logró conectar con la mermada galería, avivando una tarde que a causa de la lluvia se puso cuesta arriba; al cubrir el segundo tercio generó controversia colocando los rehiletes brincando sobre el animal y pareando de fea manera; si bien el toreo es diversidad y sentimiento, también hay canones, modos y formas, que diferente (en totalidad) de un espectáculo circense propio del toreo bufo; de ahí que estas manifestaciones son impropias para un torero vestido de luces que debuta en una plaza de primera categoría.
Juan Gómez Dinastía: Asumió con aplomo la responsabilidad de abrir plaza lidiando a Hoyador (372 kilos), una retostado que no se entrego con convicción al caballo, pero que en la muleta supo humillar, persiguiendo con celo el paño, permitiendo al novillero lograr momentos de transmisión y profundidad en especial por la mano derecha; con los aceros, tras un pinchazo logró despachar haciéndose a un justo premio, oreja.
Maikel Ramirez: El novillero Manizalita, desde el pasado ciclo mostraba su enorme voluntad y ambición, una pena que su arrojo chocará con el genio de Cancionero (370 kilos), nombre musical para un burel con muchas teclas que tocar; reservón y desclasado, pasando con la cabeza por alto, fue un duro examen, del que el de Manizales salió con decoro; se abona la entereza de lidiar en medio de una tormenta y con el ruedo deshecho. Con la espada no se encontró escuchando hasta dos avisos. Silencio.
Anderson Sanchez: Tras el diluvial aguacero y con un ruedo en difíciles condiciones, con el antecedente de una destacada actuación el año anterior en esta plaza, se presentaba el joven novillero de Lenguazaque; y aunque trato de bajar la mano, de embriagar de muleta, de torear al hilo, el mermado Malacara (400 kilos) le hizo honor a su nombre, pasando obligando, sin entregarse, complicando todo con su falta de transmisión y clase. Con acero no encontró los caminos de la efectividad. Silencio tras dos avisos.
Jose Gallo: En su debut con caballos, busco hacer en la cara de Greñudo (374 kilos), intentando un toreo vertical, pero sin temple suficiente, trato de conducir la movilidad y nobleza del criado en la Holanda, pero la falta de conexión y la inexperiencia fraguaron una actuación intrascendente, que se torno funcional; la tizona le peso, logrando despachar tras aviso. Silencio.
Juan Palacios: El novillero ecuatoriano, también llamado “El pantera” por su tez morena, debutaba en Manizales ante Espartero (412 kilos), un animal con movilidad y nobleza, limitado de fuerza, pero generoso en acometidas; el ecuatoriano basó su actuación en el tremendismo, en el torero para el tendido, logrando emocionar, y a la par generando controversias, máxime cuando cubrió el tercio de banderillas, haciendo las veces de saltimbanqui pareando, tras brincar sobre los lomos del burel; la muleta, delató sus falencias y escasas condiciones, encontrándose embarullado y sin técnica. Despachó con habilidad recibiendo un apéndice.
Jose Gómez (Rejoneador): Se las vio con Tejedor (386 kilos) mostrando buenas bases de doma y de conexión con el tendido, logrando encelar al novillo y calentando la noche bajo los acordes de la música, se le vio decidido y solvente, pese a las difíciles condiciones del ruedo; con el rejón de muerte fue certero, recibiendo merecidas palmas.
Tres reflexiones que sirven de cierre para este recuento:
- Lo bravo nunca es fácil, exige y delata. El toro autentico es bravo y encastado, por ello no puede confundirse con las “maquinas de embestir” de las Torifactorías
- No todo cabe en una plaza de toros; la diversidad no debe ser excusa para hacer del arte un espectáculo circense. Los brincos y las piruetas no están hechas para los que se visten de luces, y más cuando el brillo es del color del oro.
- La entrega y la voluntad, el sacrifico y la entereza, son improntas del novillero, pues solo aquel que se enfrenta a la tormenta llegará con grandeza a conquistar su destino.
Toros y ciudad continúa.
Domingo 16 de octubre (3:30 pm). Toros de Ernesto Gutierrez para Ricardo Rivera, Luis Miguel Castrillón, Franco Salcedo, Rocío Morelli, Sebastián Cáqueza y Manolo Castañeda.
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