En Málaga… Y, Roca Rey sigue siendo el rey

Redacción 17 agosto 202217 agosto 2022 España, Por Redacción

Málaga. Miércoles 17 de Agosto. Plaza de toros de La Malagueta. Quinto festejo de abono. Corrida Picassiana. Lleno de No hay Billetes. Toros de Daniel Ruiz, bien presentados y de buen juego en líneas generales. El segundo, de nombre Juguetón fue premiado con la vuelta al ruedo.

Cayetano: Ovación y oreja con fuerte petición de la segunda y dos vueltas al ruedo.

Roca Rey: Dos orejas y oreja con fortísima petición de la segunda.

Pablo Aguado: Silencio y silencio.

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Gran tarde de toros la que se ha vivido en la última de la Feria de Málaga con un triunfo incontestable de Andrés Roca Rey quien paseó tres orejas y pudieron haber sido las cuatro con el rabo de no haber sido por la baja rúbrica a su segundo.

Roca Rey es de los toreros que nacen cada 100 años, revolucionan y dan paso a que más toreros puedan ir consolidando al arte del toreo; y de ahí deriva su genialidad.

Ha estado también, Cayetano Rivera, quien cortó la oreja del cuarto tras un gran faena y al que le pidieron la segunda oreja, pero el presidente no quiso darla.

Y, como tercero se leyó el nombre de, Pablo Aguado, quien es un buen chico, al que se le quiso inventar que era “artista” como si eso fuera tan sencillo. El arte va más allá del simple hecho de torear bonito a un animalillo bobalicón. Cuando no lo halla naufraga irremediablemente; por otra parte, programarlo con Roca Rey es un error, porque lo acaba rebasando tan sólo con el primer capotazo.

Andrés Roca Rey es la gran figura del momento, la única figura, porque bajo el influjo de su nombre, de sus sólidos y contundentes argumentos llena las plazas de toros, el público bien sabe que cuando él esté en el redondel siempre dará todo y mucho más. La pasión y entrega a raudales.

Ha estructurado una faena de grandes alcances arquitectónicos, en donde el ritmo y la cadencia dieron paso a la armonía y así conseguir subyugar a los espíritus de los diletantes taurinos que ahí fueron testigos de sus creación.

Trazos de gran dimensión con ambas manos, con poder y mando, pero con la sensibilidad que da luz a la creación. El final con bernadinas en donde no se pudo entender cómo pudo pasar el toro sin inmutarse el artista. Un certero estoconazo, el toro tardó en caer y al final, vuelta al ruedo al de Daniel Ruiz, y dos orejas para la genialidad de Andrés Roca Rey.

Otra faena de suma importancia ha sido la de su segundo, en donde hizo gala del mando en sus trazos con la derecha bajando la mano y dominando. Se ciñó absolutamente al toro pero continuó toreando con ritmo y eso volvió a conducir por los caminos de la sublime locura a los ahí convocados. Un bajonazo se atravesó en la rúbrica perdiendo el rabo, y todo quedó en la oreja que exigió con vehemencia el público que estaba ya en estado de gracia.

Cayetano hizo con su primero una faena de buenos pasajes por el lado derecho. Por el izquierdo, el mejor del toro, dificultó el viento la continuidad. Falló con la espada.

En el cuarto una magnífica faena iniciándola sentado en el estribo para de inmediato poner las dos rodillas en tierra. Por el lado derecho dejó series de suma importancia que tuvieron como respuestas sentidos pases por el lado natural. Estocada de rápidos efectos mortíferos y le llegó a sus manos una oreja, aunque le público pidió la segunda de forma estridente.

Pablo Aguado, estuvo esforzado, intentó pero delante de las inconmensurables creaciones de Roca Rey, que más se podía hacer para poder existir frente a la genialidad.

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