En Madrid… Oreja a la entrega de Román y gran faena de Roca Rey

Diego Estévez 30 mayo 201930 mayo 2019 España, Por Diego Estévez

Las Ventas. Jueves 30 de mayo de 2019. Decimoséptimo festejo de abono. Lleno de “No hay billetes”. Toros de Adolfo Martín. Bravos y encastados, los mejores fueron cuarto, y sexto. Con matices, tuvieron buena embestida y clase.

Manuel Escribano: Silencio tas aviso y herido.

Román: Ovación, palmas tras dos avisos en el que mató por Escribano y oreja.

Roca Rey: Silencio y saludos tras petición.

Detalles:

Asistieron a la corrida S. M el Rey Emérito D. Juan Carlos I, junto a la Infanta Elena.

En el ruedo se dibujo el hierro de Adolfo Martín por el centenario del debut del encaste Albaserrada en Madrid.

Parte médico de Román: Herida por asta de toro en región glútea izquierda de 5 cm, hacia línea media que lesiona fascia superficial y glúteo mayor. Pronóstico leve, que no le impide continuar la lidia. Es intervenido bajo anestesia local. Fdo: Dr. Máximo García Leirado.

Parte médico de Manuel Escribano: Herida por asta de toro en cara interna 1/3 medio muslo izq. con una trayectoria hacia externo craneal y posterior de 25 cm. que produce destrozos en musculatura aductora. vasto interna. contusiona vena femoral. Lesiona colaterales. rodea cara posterior de fémur y alcanza cara posterior 1/3 superior del muslo. Es intervenido en la enfermería de La Plaza de Toros. Se traslada a Clínica Fraternidad Muprespa Habana. Pronóstico grave. Fdo: Dr. Máximo García Leirado

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A la puerta de toriles para abrir la tarde se fue Manuel Escribano. Lo templó a la verónica. Se le picó atrás y con demasiada saña. Fue el propio diestro, como es habitual, quien colocó las banderillas, dejando un buen tercer par al violín al quiebro. Comenzó por el derecho con poca profundidad en los pases. La transmisión fue escasa debido al poco recorrido del animal. El torero tampoco supo encontrar el sitio adecuado para torearle. Alargó demasiado la faena cuando el tendido le pedía que cambiase los aceros. Ya con tantas protestas los tomó para dejar una estocada caída.

Fue aplaudido en la salida el cuarto de la tarde, por su presentación. Arremetió a la capa de Escribano, el cual lo citó hasta el caballo, en donde no se empleó con perpendicularidad. Escribano volvió a poner los tres pares de banderillas, dejando buenos detalles, y recibiendo la aclamación por parte del respetable, aunque a roto algo pasado. En ese mismo tercio, el último par no lo puso, pero aún así, la gente aplaudió sobremanera. Un despropósito. Comenzó por estatuarios, con mucha verticalidad y temple, recogiendo el reconocimiento por parte del público. Citando desde largo el toro acudía, y dibujó una primera tanda con la mano derecha de muy buenas formas. El derecho era su pitón, y por ahí conseguía ligar tandas con aplomo y profundidad. En los siguientes compases, perdió la conexión, y dejó de entender la embestida del animal, al cual se le podía sacar mucho más de lo que le sacó. Al punto de lo anterior, sufrió cogida Escribano, y se fue directo a la enfermería. Román cogió los aceros, y dio muerte al animal.

Recibió Román a un segundo toro que salió de toriles despistado y suelto. Se enceló en los primeros capotazos. Mostró similar comportamiento cuando acudió al peto, en donde no se empleó con demasiada fuerza. Durante el tercio de banderillas cortó lo justo, y no dio pie a un tercio lucido. Tras su brindis al Rey Emérito, comenzó su faena en los terrenos del 10, con la mano derecha y tratando de llevarlo al entorno de los medios. Se lo pasó pronto al natural, y rápidamente se constató cómo el toro se metía por dentro y buscaba el cuerpo del diestro. No bajo Román muy bien la mano para enseñar al toro a embestir, y quizá por ello no conectó con él como debiera. Áspera embestida poseía el Adolfo, y Román no fue capaz de ligar tanda alguna, más aún, le pegó más de un susto por su condición.

El quinto fue un astifino que salió encelado con el capote de Román. Empujó en el caballo. En el tercio comenzó la faena de muleta con pases por alto por el derecho hasta intentar coger los espacios deseados. Buena tanda al natural aunque con la mano no muy baja. Valor y torería echó cuando la embestida del astado se quedaba a medio camino y con templanza solventaba el muletazo. El tendido aplaudió su labor. Concluyó por trincherazos a media altura. Esperó al toro para matar y dejar un estoconazo certero.

Roca Rey recibió al tercero de la tarde con su torería de siempre. No se empleó en el caballo. La faena la comenzó en los medios para pronto tomar la izquierda y torear al natural a un animal muy complicado para arrimarse. La discordia se creó en los tendidos. Las miradas y cruces de los pitiones las aguantó como pudo. Faltó arrimarse a la hora de matar y dejó una caída tras el pinchazo. Las opciones fueron nulas.

Se hizo el silencio al recibir al último de la tarde. No apretó con fuerza al caballo, y el tercio no caló en los tendidos. En banderillas pasó lo mismo, y rápidamente comenzó la faena de muleta. Brindo al público el peruano, ganándose desde el primer momento al tendido. La primera tanda por la mano derecha fue muy buena, y se vio pronto la gran embestida del toro. Rugía Las Ventas, estallaba el público con la despaciosidad de los muletazos, que eran sublimes en estos primeros compases. Le daba distancias, le citaba, y acudía, y después, se hacía el toreo. Al natural lo hacia igual de fácil, y los pases de pecho se tornaban en eternos. Expresiones como “Aquí está el arte” o “No de puede torear más despacio” se escuchaban en el tendido. La gente conectó, y vibró con el diestro. Equilibró por ambas manos, y formó el lió durante el tercio. Falló con el acero en su primer intento, el público se enfrió. Saludos tras petición.

En resumen, hoy hemos visto entrega por parte de ambas partes, ya que los diestros se han puesto delante del toro por igual, y la corrida, aunque con matices, ha sido brava y encastrada. Dejaron Román y Roca Rey sendas faenas memorables, con oreja para cada uno de ellos. Bravo por todos, y bravo por el Homenaje a Albaserradaa, el cual ha resultado de muy buena impresión. ¡Viva la Fiesta!

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