En la Monumental México… Una puerta grande que no tiene explicación

José Mata 14 octubre 201815 octubre 2018 México, Por José Mata

Con otra modesta entrada en la Monumental Plaza de Toros México, se ha dado la décima primera novillada del serial Soñadores de Gloria, se han lidiado novillos mansos e inválidos de Montecaldera, propiedad de Don Francisco Aldrete Cossío, a excepción del dócil cuarto que resultó bueno, tuvo movilidad, cumplió en varas, e inadmisiblemente el buenazo de Chochito Morales, le concedió inmerecido arrastre lento; el tercero se despitorró, siendo sustituto por uno de de San Constantino, que resultó manso y descastado.

Francisco Martínez: Oreja y oreja.

Ricardo de Santiago: Saludó en el tercio y palmas.

Juan Pedro Llaguno: Silencio en su lote.

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Ha sido un festejo extraño, una puerta grande que no tuvo explicación, una vuelta al ruedo del ganadero de Montecaldera que careció de autocrítica, en fin, extraño… extraño.

Francisco Martínez, novillero nacido en San Miguel de Allende, Guanajuato, ha tenido un paso corto pero ascendente, y sobretodo, esperanzador hasta su encerrona en Caxuxi, Hidalgo, ya que en esta temporada de Soñadores de Gloria, pareciera que le han hecho creer, que posee un nivel que todavía no habita.

No se duda que llegue a conquistarlo, pero aún no está en ese momento ni mucho menos para una alternativa que le pretenden dar sin fundamento… ¿cuántos se han quedado en el camino por adelantarlos?

La respuesta la tienen los fríos asientos de concreto de la Monumental México.

Ya nos mostró esa falta de consolidación en su paso por La México hace un mes, ya lo enseñó en su paso por Guadalajara en donde hasta una lamentable cornada se llevó, y nos lo volvió a demostrar esta tarde, en un festejo… extraño.

Con su primero, una larga cambiada, lances de rodillas, y algunos más ya incorporado que poco comunicaron a las buenas conciencias. Voluntarioso en banderillas, lo que hacía muy bien, y la faena muleteril sin una estructura en donde aparecieron pasajes buenos, malos y regulares, en un desorden total; ¡vamos! un guantazo se llevó cuando llevaba al astado por el lado natural, porque no había impuesto su imperio.

Dejaría una estocada tendida trasera y abuso de rueda de peones para hacer claudicar al astado; pero como en el palco de la nula autoridad estaba el buenazo de Chochito Morales, la oreja que le concedió ha sido sin ningún sustento.

Sí, sin sustento más que por la petición de la treintena de sus paisanos que vinieron desde San Miguel de Allende, que por un acto de verdad; deseamos que visite la autocrítica y no sea una oreja de muchas que se regalan sin validez en el Coso de Insurgentes.

Con su segundo, algunos lances pero nada que condujera a la locura, un quite por chicuelinas al que tuvo que acortar para recortar a una mano. Y, compartió banderillas con, Ricardo de Santiago, y bueno ahí quedaron por toda la geografía corpórea del novillo de Montecaldera.

El tercio final, al inicio cuando el novillo tuvo movilidad, le acompañó la embestida correctamente, entusiasmó a sus seguidores, pero en el momento que detuvo su andar el utrero, y había que mandar, tirar del novillo y extraer la faena que tenía, todo acabó. Fue cómodamente por la espada, regresó hizo unas bernadinas, y depositó una estocada tan habilidosa como efectiva.

Nuevamente los entusiasmados sanmiguelenses pidieron la oreja ante el asombro de los demás, que tampoco eran muchos. El enloquecido buenazo de Chochito, de pronto sacó el escondido pañuelo blanco de sus manos, y concedió la oreja.

Aunque a varios les pareció que lo tenía ya listo en la mano, porque también quería pedir la oreja, ya que él se entusiasma hasta por el volar de una libélula.

Así fue como, Francisco Martínez, sumó dos orejas y consiguió una puerta grande que no tuvo explicación.

Aunque en tantas cosas extrañas, lo más falto de autocrítica, ha sido la vuelta que se dio el ganadero con el novillero, como si hubiera enviado un encierro importante; todo hace ver que no se dio cuenta de la mansedumbre, el descastamiento y la invalidez que lucieron los demás ejemplares.

No obstante, cuando salíamos de la Monumental México, ha sido tan penoso ver salir a Francisco en los hombros de los costaleros que se venden para eso, y rodeado de unos 30 seguidores, que nos hizo ver que hay puertas grandes que no dicen nada ni tampoco son símbolo de un buen porvenir.

Pero…

… estuvo un desenfadado, Ricardo de Santiago, un joven que tiene sentido del toreo, pero al que le hace falta un océano de experiencia para poder concretar algo que quede en el imborrable recuerdo. Estuvo entusiasta en sus dos novillos, banderillas por toda la geografía corpórea de su primer ejemplar, bueno el tercero sí fue bueno.

Al no llevarlo sometido, le avisó el novillo cuando lo conducía con la derecha que no era así, no hizo caso y le aventó un hachazo peligroso que fue a dar a la cara, por fortuna sin nada que lamentar; no paró ahí la inexperiencia manifiesta, porque al sólo ir pasando al utrero con la misma mano derecha, apareció una luz de la que se percató el burel y voló Ricardo, cayendo en la arena frente a la cara del novillo, todo quedó en otro susto.

Con su segundo más esfuerzo que no fructificó porque la mansedumbre inacabable de su oponente, le hizo refugiarse en tablas de donde no saldría.

Estos chicos, se dedican a pasar a los novillos suponiendo que son los ‘bobitoros‘ que eligen los figurines, pero se les olvida que no es así, la mansedumbre puede tener peligro por el genio que es la casta mala. Además, torear no es pasar ni acompañar, es mandar, y si no mandan pues el de enfrente se adueña del escenario.

Y, Juan Pedro Llaguno, que se vio falto de todo ante novillos que no valieron nada. No hay más que decir.

Al final, entre los pocos asistentes que aún quedaban, melancólicos me dijeron “… tenemos que recuperar nuestra Fiesta, pero con estos jóvenes y estos triunfos sin verdad”.

Sí, tenemos que recuperarla y ser más exigentes, porque no me queda la menor duda de que puede remontar este mágico arte, pero…

… pero, con base en la verdad, y no con los falsos elogios, ni con esas orejas y puertas grandes de humo.

Sobre la próxima Temporada Grande

Con relación a la inminente Temporada Grande, pues a seguir cambiando sus Derechos de Apartado, y en unos días más, les diremos como será el serial mayor de la Monumental México, 2018-2019.

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Fotos: Cortesía de la Doctora Mónica Sequeiros

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