Crónicas

En Mont-de-Marsan… Emilio de Justo corta una oreja y cae herido

Mont-de-Marsan (Francia). Plaza del Plumaçon. Sábado 22 de septiembre de 2018. Corrida homenaje a Victorino Martin Andrés que cerró la temporada francesa. Se han lidiado toros de Victorino Martin, desiguales de presentación y de juego, espectacular la presencia del tercero. Resultaron encastados y complicados. Mas de tres cuartos de entrada.

Luis Bolivar: Silencio, silencio tras aviso y silencio en el que mató por Emilio de Justo.

Emilio de Justo: Oreja en el único que mató.

Juan Leal: Vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras dos avisos.

Detalles:

Antes que inicie la corrida, los maestros Francisco Ruiz Miguel y José Luis Palomar, (sólo faltó la presencia de Luis Francisco Esplá par reunir la terna de la denominada “Corrida del Siglo” en Las Ventas), junto a los diestros (salvo Emilio de Justo, por respecto a su duelo) y las peñas “Cap Afición Pasión” y “La Tumade” homenajearon la memoria de Victorino Martin Andrés, fallecido hace casi un año a la edad de 88 años.

En primer lugar, un astado de Jalabert fue quiebrado y saltado por los recortadores (al estilo landés) Baptiste Bordes, Thomas Marty y Fabien Napias.

Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del padre de Emilio de Justo fallecido esta mañana.

Saludaron montera en mano Ángel Gómez y José Manuel Valcarce banderilleando el 2° y El Monteño con el 4°.

Parte médico de Emilio de Justo: Cornada en el tercio trasero del muslo izquierdo de dos trayectorias. Una de 13 cm que atraviesa el muslo de par en par en sentido horizontal de atrás hacia adelante y una de 8 cm hacia arriba que diseca y contusiona el nervio ciático. Pronóstico grave.

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La tarde que cerró la temporada francesa en corridas de toros se refiere, fue marcada por la tragedia; llegó la desgraciada noticia a Emilio de Justo que su padre había fallecido esta mañana de una larga enfermedad. El cacereño había madurado su decisión y quiso torear si o si para rendirle homenaje. El público estuvo con él por su gesto que le honra. Pero llego otra tragedia, la cornada. El extremeño, tras siendo llevado a la enfermería, decidió volver a la cara para pasaportarlo. Por si los aficionados del suroeste francés lo dudaban, ya conocen hoy el valor de Emilio de Justo. Desde entonces quedó la tarde un tanto plomiza.

Iniciaron la tarde una terna landesa compuesta por los recortadores Baptiste Bordes y Thomas Marty junto al saltador Fabien Napias que mostraron su oficio landés ante un astado en punta de la familia Jalabert. Dieron una vuelta al ruedo tras una fuerte ovación.

Sin pocas opciones de lucimiento en el percal de Luis Bolívar se muestró tardo en el primer tercio. En sus dos encuentros con la cabalgadura, colocó bien la cara, pero no empujó, acertó el varilarguero. Brindo su labor a Emilio de Justo. Con la franela, el colombiano tuvo un difícil inicio, siendo desarmado. El toro tiene un piton izquierdo asesino y los pocos intentos de este lado no han tenido éxito. Por el lado derecho, es algo mejor pero tampoco no llegó a levantar los ánimos del respetable con un oponente que resultó tobillero. Bolívar llego a interesar el de Victorino en su engaño en la parte final de su trasteo. Mató de un pinchazo y una entera rinconera. Fue silenciado.

Con el cuarto del encierro, tuvo que consentirlo con el capote y lo llevo por verónicas hasta los medios. En el primer tercio, cumplió sin muchas acometidas pero el picador acertó con la vara siendo ovacionado. Brindo Bolívar al público, y su suficiente experiencia le permitió ver de inmediato el buen pitón derecho aunque el Victorino es bastante tardo en su arrancadas y la plasticidad del colombiano se quedó demasiado lejos de los pitones toreando con el pico sin cruzarse lo suficiente. Firmó una faena que en conjunto fue sin sabor y quizás larga. Lo despachó con una media tendida y descabello fue silencio tras un aviso.

Cerró la tarde el que correspondía a Emilio de Justo que intento brincar al callejón de salida. También resulto tardo en varas en sus dos encuentros, cumpliendo. El jefe de lidia tuvo que usar de recursos para llegar a dominar las embestidas ofensivas y girando en los tobillos en exceso; característicos en esta casa. Tuvo Bolivar que bajarle la mano para llegar a canalizar su Victorino. Tanto con la diestra como la zurda le falto dominio y ligazón que llego a aburrir un sector del público. Mató de una estocada entera pero tendida con uso de descabello. Oyó los silencios.

La tarde fue marcada por la lidia y la entrega de Emilio de Justo en el segundo. En este contexto muy particular que atraviesa el cacereño, Emilio de Justo mostró con el capote, su deseo de triunfar. Remató con una soberbia media verónica antes de tomar dos varas bien colocada. Se lucieron con los palitroques Ángel Gómez y José Manuel Valcarce, que tuvieron que desmonterarse. Emilio de Justo se fue en el mismo medio y brindó con tiempo al cielo antes de iniciar su trasto por bajos. De justo encontró instantáneamente el sitio correcto y el buen ritmo con tandas de gran profundidad. Quisó rematar con la zurda, pero se vio en los pitones que le corneo en el muslo de su pierna izquierda. Fue llevado de inmediato a la enfermería bajo la emoción de todo nosotros. Con una cornada de dos trayectorias, el torero pidió un vendaje y volvió cojeando a la cara del astado. Firmó otra seria de derechazos y entró a matar con un pinchazo y una estocada entera eficaz. Su cuadrilla lo retiró del redondel camino a la enfermería. Se le concedió con fuerza la única oreja de la tarde, una oreja de pundonor. Tras siendo revisado por los médicos, fue trasladado al hospital.

Con el tercero, Juan Leal tuvo un primer encuentro complicado ante un astado muy armado y ovacionado de salida. En varas, el de Victorino fue muy tardo en arrancar y pegajoso en el percal en el momento de ser colocado. Con la muleta, el de Victorino resultó peligroso en ambos pitones y estuvo el torero de Arlés valiente en una faena voluntariosa, de la cual el público estuvo sensible. A pesar un Victorino que poco a poco se rajó. Mató de una casi entera caída y trasera. Tras un aviso dio una vuelta al ruedo.

El quinto tuvo pocas opciones. Entró en el peto en tres ocasiones, la última al relance. Juan Leal insistió mucho en la cara del Victorino con pocas opciones de lucimiento. Marró con los aceros con cuatro pinchazos y una estocada muy tendida y dos descabellos. Fue silenciado.

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@PhilippeGilMir

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