En Nîmes… Ponce y Toñete puerta de los Cónsules con un indulto

Philippe Gil Mir 15 septiembre 201816 septiembre 2018 Francia, Por Philippe Gil Mir

Coliseo de Nîmes (Francia). Sábado 15 de septiembre de 2018. Segunda de feria de la Vendimia. En horario matinal. Se han lidiado dos toros de Victoriano del Río (1° y 3°) uno de Toros de Cortés (2°) indultado y tres toros de Domingo Hernández (4°, 5° y 6°) mal presentados. Más de tres cuartos de entrada.

Enrique Ponce: Dos orejas y rabo simbólicos tras aviso y ovación con saludos tras aviso.

Julián López El Juli: Ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso.

Antonio Catalán Toñete, que tomó la alternativa: Dos orejas y oreja.

Detalles:

El segundo, de nombre Devoto, Herrado con el número 152, con 540 kilo nacido en 08/2013 Toros de Cortés, fue indultado.

Tras el paseíllo, el acalde de la ciudad entregó la Medalla de Nîmes a Julían López El Juli, por su 20 años de alternativa en este mismo coso.

Tras el paseíllo, el acalde de la ciudad entregó la Medalla de Nîmes a Julían López El Juli, por sus 20 años de alternativa en este mismo coso.

Antonio Catalan Palazon Toñete tomo la alternativa con el toro Asustado, herrado con el número 48, de la ganadería de Victoriano del Rio, pesando 513 kilos, y nacido en 01/2014. El toro fue premiado exageradamente de una vuelta al ruedo en el arrastre.

El segundo, de nombre Devoto, herrado con el número 152, con 540 kilo nacido en 08/2013 Toros de Cortés, fue indultado.

Enrique Ponce y Toñete salieron en volandas por la Puerta de Los Cónsules.

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El toro de Victoriano Del Rio que abrió la matinal se mostró poco interesado por el capote Toñete. El toricantano se esforzó con elegancia colocar en suerte a su oponente que recibió un puyazo trasero antes de un segundo homeopático. Ceremonia de alternativa seguida por un momento de pánico debido a la incursión del toro en el callejón cuando brindo Toñete a su padre, Manolo Sánchez y Angel Gómez Escorial. Frente a un animal de muy buen son, el joven matador de toros encuentro enseguida la buena distancia apropiada, bajándole la mano con gran sabor. Lo probo con la zurda, pero no resultó ideal y volvió con la diestra. Consiguió embarcar su enemigo en una tantas ligadas y templadas que cautivo el tendido. Remató su obra cuando ya el enemigo cambio a menos, el nativo de Madrid lo torero a corta distancia a base de circulares que caló en el respetable que ya tenía en su bolsillo. Mató de un estoconazo arriba que le valió para cortar el doble trofeo. La presidencia premio, el toro de la alternativa, de una vuelta al ruedo en el arrastre, siendo el premio exagerado.

El último de la matinal es de lejos, el más pobre de cara y feo de hechuras. Este ejemplar de Domingo Hernández no permitió que Toñete lucirse con el percal. En los dos encuentros contra el peto, el bicho se mostró bravo, empujando con determinación y poder. Después de un inicio con doblones, llenos de personalidad, Toñete dejo ante su enemigo sin clase una elegante actuación agradable, que tuvo sus mejores momentos con la mano zurda. Sobre el otro pitón, el toro no era propicio para el toreo y el español dejó unos pasajes con enganchones. Remató su obra en terrenos de cercanías demostrando estoicismo y compromiso. Mató de una estocada rinconera y cortó una oreja que le valió para salir, junto a su padrino, por la puerta de Los Cónsules.

Enrique Ponce estuvo discreto en la recepción de su toro de Cortés. Momento de emoción en el tercio de varas donde el astado empujo la cabalgadulra sin discontinuidad con fuerza y bravura en unos treinta metros. Tomó un segundo puyazo empujando de nuevo, recibiendo un fuerte castigo en esta ocasión. El inicio de faena por doblones ajustados, salpicado con un pecho largo y un cambio de mano dio el tono de la faena. Aprovechando las buenas embestidas nobles y dulces de su colaborador, el maestro de Chiva realizó un faenón. Toreo sobre en ambos pitones, Ponce cuajó una faena de alta calidad, elegancia, pureza y emoción, consiguiendo que se levante el público. En la parte final de su trasteo, Ponce regaló sus poncinas siendo de categoría lo que desencadenó las primeras solicitudes de indulto. Una petición de intensidad creciente hasta que se conceda después de varias tandas ambidiestras llenas de clase. Dos orejas y rabo simbólicos tras un aviso.

El cuarto de Domingo Hernandez salió muy distraído desde su salida, yendo de un lado a otro del ruedo sin ser fijado. En el tercio de varas, hizo que la caballería cayera en el impacto inicial antes de recibir un fuerte castigo. En el inicio de su faena, el de Domingo Hernandez confirmó su mansedumbre. Pero Ponce con su poderío llevó a su oponente con pases firmes al centro del ruedo, haciendo que el toro se quedara con él. Luego hizo una demuestra de dominación y técnica, logrando crear una faena entretenida a su astado violento. Marró con los aceros con un bajonazo, pinchazo y una estocada entera pero baja con descabello. Recibió las ovaciones del respetable.

El tercero para El Juli, con el hierro de Victoriano del Rio, tomó dos puyazos de hierro. En la primera reunión tuvo que rectificar y en la segunda fue más fuerte, que hizo escuchar las protestas del respetable. En muleta, el astado es menos colaborador que sus anteriores, presentando muchas complicaciones. El Juli sirvió una faena muy técnica y poderosa, aprovechando al máximo esta oposición. Con la abnegación, logró salir buenos muletazos en cada lado, pero la faena nunca cogió vuelo, por falta de un oponente que no quería romper. Mato con su “julipie” algo trasera y fue ovacionado.

El de Domingo Hernández que salió en quinta posición, volcó el caballo de reserva, mientras que el picador quedó enganchado y arrastrado largos segundos por el estribo. La lidia en estos primeros dos tercios dejó algo que desear. En la muleta de Juli, este toro resultó manejable, sin gran fuerza o clase, superior por el lado derecho. Con técnicas y recursos, el madrileño logró construir una faena digna de interés. En la parte final de su trasteo, el astado se sintió completamente dominado y se rajó. Mató de dos pinchazos y una estocada entera arria. Tras un aviso, fue ovacionado.

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