En Madrid… Manuel Perera, primer suceso

Alberto Bautista 17 noviembre 201718 noviembre 2017 España, Por Alberto Bautista

Madrid, plaza de toros de Vistalegre, viernes 17 de noviembre de 2017. Certamen de “La Oportunidad”. Primer festejo. Se han lidiado reses de López Gibaja, correctos de presentación y de desigual comportamiento, destacando el primero y el quinto. Menos de un cuarto de plaza en los tendidos.

Álvaro Burdiel, escuela Comunidad de Madrid “José Cubero Yiyo”: Vuelta al ruedo.

Miguel Ángel, centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento: Ovación con saludos.

Borja Collado, escuela de Valencia: Ovación.

Marcos del Rincón, escuela Comunidad de Madrid “José Cubero Yiyo”: Vuelta al ruedo.

Manuel Perera, escuela de Badajoz: Oreja.

Rafael León, escuela de Málaga: Silencio.

Detalles:

El alumno de la escuela de Badajoz Manuel Perera corta una oreja del quinto, e impacta en el primer festejo de “La Oportunidad” de Vistalegre.

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Empeñados en faenas kilométricas los novilleros de hoy en día, sucumben a ese monopolio de toreros cortados por el patrón de la vulgaridad y del destoreo, y es que en el regreso del certamen de La Oportunidad al madrileño Palacio de Vistalegre, los novilleros llamados a liderar el futuro de la fiesta se enfrentaron a reses de López Gibaja de distinta condición, dejando un reguero de dudas y un problema evidente entre todos ellos: la espada.

Entre tanto tan solo dejó muestras de su gusto y torería el alumno de la escuela de Badajoz Manuel Perera, tras brillar con luz propia en actuación de corazón y de muchos detalles. Desde que se fue a la puerta de chiqueros a recibir a su oponente, el manejo de las telas y del percal, pasando por el quite por chicuelinas y los muletazos con cadencia y por abajo, dieron muestras de su enorme compromiso. Una mano izquierda poderosa dando muestra de su completa tauromaquia impactó no sólo por su concepción, sino por la manera de andar por la plaza. En torero. Destilando torería. Lástima que el quinto echara pronto la persiana, pero nada se dejó en el esportón el extremeño que parafraseando a sus compañeros no estuvo acertado con los aceros, aún así paseó una oreja de mucho compromiso y tendrá un hueco en la final del domingo.

Gustó también el alumno de la Escuela de Madrid Álvaro Burdiel, frente a un añojo con más genio que casta, alargando en exceso una faena que no llegó nunca con fuerza a los tendidos. Pinchó su actuación y todo quedó en una vuelta al anillo, como también logró su compañero Marcos del Rincón, dejando muestras de su buen manejo del capote y de los palos tras parear con soltura, frente a un ejemplar de embestida descompuesta. Tan solo le faltó redondear su actuación con los aceros.

El alumno del Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento Miguel Ángel, saludó una ovación desde el tercio tras una faena a la que la faltó una mayor rotundidad frente a un oponente, a la que acompañó siempre la embestida. Falto de carencias como al igual que sus compañeros de cartel, se acopló en la larga distancia, aunque a su actuación le faltó el refrendo de los aceros.

Inédito quedó Borja Collado de la escuela de Valencia frente al tercero que solo tuvo hechuras. Quedó impracticable para la lidia tras lastimarse, y en vistas de la escasa transmisión del de López Gibaja, acabó por ahogarle la embestida claudicando con una estocada tras pinchazo.

El más serio del encierro, fue el sexto un ejemplar castaño muy cuajado, con el que el alumno de la escuela de Málaga Rafael León, no anduvo a a la altura de las circunstancias frente a un ejemplar ante el que acabó perdiéndole pasos y dejando un reguero de trallazos frente a un mar de pases. Entre tanta vulgaridad, Manuel Perera deja su huella en el primer festejo de un Certamen de la oportunidad, que debe servir de trampolín a los alumnos más aventajados.

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