En Ceret … Oreja para Octavio Chacón que vuelve a puntuar en Francia

Philippe Gil Mir 14 julio 201714 julio 2017 Francia, Por Philippe Gil Mir

Ceret, primera de feria con un casi lleno en los tendidos en tarde soleada, pero con viento molesto. Se lidiaron cinco toros de los hijos de Don Eduardo Miura y uno de Christophe Yonnet (el 5° tris), muy mal presentados, todos los Miuras escobillados y de escaso juego. Destaco el toro de Hubert Yonnet que resultó exigente.

Luis Antonio Gaspar Paulita: Ovación con saludos y silencio tras aviso.

Octavio Chacón: Ovación con saludos tras aviso y oreja.

Pepe Moral: Silencio en ambos.

Detalles:

Se conmemora el XXX aniversario de la ADAC (empresa organizadora).

Tras el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en la memoria de Iván Fandiño, y de dos miembros de la ADAC

Muy mala presentación de los astados de Miura que salieron todos escobillados. En el inicio de la corrida, la empresa anuncio en megafonía que se lastimaron los astados en el desencajonamiento y en el apartado, pero la ADAC decidió lidiar completo el encierro.

El banderillero Juan Sierra tuvo que saludar tras parear al tercero.

La ADAC premio al picador David Prados de un premio de 300 euros por el mejor puyazo de la tarde, que fue el realizado en el quinto tris.

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Con el primer astado de Zahariche que correspondió a Luis Antonio Gaspar Paulita. Lo recibió por verónicas y revolera. Se empleó en varas tomando tres puyazos. Brindó su oponente al cielo. Inició su labor muleteril en tablas por doblones. El toro se quedó corto en la muleta, pero fue noble, aunque pegó varios derrotes por el pitón izquierdo que sorprendió al zaragozano en dos ocasiones. Fue voluntarioso Paulita aunque el astado no duró mucho en la muleta. Remato con dos trincheras y unos adornos y lo mató de una estocada entera. Se le fue ovacionado su labor. Con el cuarto que fue muy protestado de salida por su escandalosa presentación, pidiendo la devolución, pudo lucirse en verónicas rematadas con una chicuelina de buena factura. Tomó dos varas y empujo en el primer encuentro. En el último tercio mostró también este ejemplar cierta nobleza y prontitud. Mostró buenos detalles el aragonés en una faena que no cogió vuelo. Se despidió con un pinchazo y media estocada tendida y suelta, otra media espada y dos descabellos. Tras un aviso se silenció su labor.

Salió el segundo de la tarde para Octavio Chacón quien fue molestado por el viento con el capote, sin embargo, consiguió llevarlo lidiado hasta los medios. Recibió dos varas, la última desde casi el toril y se arrancó el cornúpeta de serio trapío. También el gaditano brindó la muerte al cielo. En su faena, el toro resultó complicado, gazapeando, sin clase y exigiendo al torero que, a base de firmeza y solvencia, lo sometió. Un astado que pedía carné. El respetable reconoció el esfuerzo. Mato de una estocada entera tendida y caída con dos descabellos. Tras un aviso fue ovacionado. Cuando pensábamos que saliera el quinto, que fue tremendamente protestado, también por sus pitones impresentables, consiguió el respetable que se devuelva a los corrales. Salió entonces el quinto bis, un ejemplar de Christophe Yonnet que tras un capote cuando remató en burladero, se rompió el pitón izquierdo desde la mazorca. Fue devuelto tras ser picado y también a favor de las protestas del público que esforzó al palco presidencial su devolución. Sale un quinto tris del hierro de Christophe Yonnet que recibió tres puyazos. Un astado serio encastado y empujando la cabalgadura. Tuvo este ejemplar transmisión en la muleta y mucho poder de parte de Octavio Chacón que dibujó una faena ligada por ambos pitones, aunque lo superó con la mano zurda en unas serie al natural de gran calidad. supo torear con dominio el gaditano. Se tiró a matar o a morir, primero pinchando y también en segundo encuentro, con el cual sufrió un espeluznante percance sin mayores consecuencias. Lo que le permitió cortar una oreja de peso.

Pepe Moral se enfrentó a un toro que de salida echó las manos arriba. Tomó tres varas y la última desde casi en toriles, pero manseo en el peto. Brindó la muerte de su oponente al público que se quedó corto, complicado y que reponía en la muleta. El torero sevillano se desenvolvió con oficio antes las embestidas rebrincadas del astado. Abrevio su faena y mató de una media estocada tendida y suelta con tres descabellos. Se le silenció su labor. Con el que cerraba plaza lo recibió doblándose con el percal, tomó tres puyazos. Inició su labor muleteril con pases de castigo ante un toro que le faltó transmisión y fue deslucido apagándose pronto y defendiéndose. Pocas opciones tuvo el sevillano aunque hizo el esfuerzo. Abrevio y cogió el estoque de muerte. Mato de un pinchazo y otro hondo. Escucho los silencios.

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