Opinion

Lo comenta Miguel Ángel Yáñez… Se apagó Gregorio Sánchez, torero de corte clásico, sobrio y dominador

La llama frágil de la vida del maestro Gregorio Sánchez se apagaba definitivamente la tarde de este Jueves 22 de Junio en su casa de Galicia, donde vivió retirado los últimos años tras su retirada definitiva del mundo del toro y lejos de la tierra que le vio nacer, Santa Olalla en la provincia de Toledo. Persona que vio en los toros su salvavidas tras perder a siete de sus once hermanos y a su padre fusilado tras la guerra civil española. Gregorio Sánchez consagró su vida a la tauromaquia, siendo una de las grandes figuras allá por las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado, llegando a retirarse como torero en el año de 1973.

Pese a cortarse la coleta, siempre siguió ligado a este maravilloso arte del toreo, pues durante más de tres décadas fue profesor y director artístico de la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda de Madrid, con sede en la querida y añorada Venta del Batán de la Casa de Campo madrileña.

En ella y junto a otros cualificados profesores taurinos fue el docente, maestro y mentor de grandes figuras que de allí han salido, tanto para ejercer labores toreras de oro y de plata por los ruedos del orbe taurino mundial. Así bajo sus enseñanzas ayudó a forjar los inicios de carreras de, entre otros muchos, Carlos Collado Niño de la Taurina, Cristina Sánchez, Luis Miguel Encabo, Uceda Leal o Julián López El Juli.

Un Gregorio Sánchez que ha sido uno de los toreros que más veces ha salido por la Puerta Grande de la Monumental de Las Ventas. Lo hizo 9 veces como matador de toros y una como novillero. Torero generoso y solidario al que se le concedió en el año de su retirada en 1973, la Cruz de Beneficencia por su desinteresada participación en numerosas ocasiones y sus gestiones en pro del Montepío de Toreros, del que fue presidente durante muchos años. Siempre en lucha por defender y ayudar a dignificar la profesión taurina de los más modestos toreros.

Quizás una de sus gestas más llamativas y triunfal fue la que protagonizó en Las Ventas en una corrida, precisamente del Montepío de Toreros, en la que actuó como único espada el 19 de Junio de 1960, cuando lidió en poco menos de hora y media seis toros de Barcial, a los que cortó 7 orejas. Cuanto tendrían que aprender del maestro Gregorio Sánchez,  muchos de los cansinos toreros de la actualidad, que lo breve y bueno, dos veces bueno.

Desde estas humildes líneas nuestro sincero homenaje al maestro que se nos acaba de ir a engrosar las filas, demasiado concurridas por desgracia últimamente, de la gran corte taurina celestial. Nuestras condolencias a familiares y allegados.

MAESTRO GREGORIO SÁNCHEZ, GRACIAS POR TODO Y DESCANSA EN PAZ.

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@miguel_a_yanez

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